El Esmad no se eliminó, se transformó, ¿maniatados?
Nuevo regaño de la alcaldesa Claudia López a la Policía distrital tras marcha que terminó en vandalismo.
Ayer en el día de la acción global por un aborto legal y seguro, salieron a marchar en conmemoración cientos de mujeres. Todo esto lo vimos, al tiempo que conocemos el cambio que tendrá el Esmad que ahora será UNDMO, Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento.
Básicamente palabras más, palabras menos, deben aguantar calladitos sin la mayor queja. Cambios en algunos protocolos, por ejemplo, deben ser tolerantes a la libertad de expresión que incluye cualquier insulto o injuria que les hagan y llama la atención el punto de tener presencia discreta. Dicen que podrán actuar si y solo si la situación de desorden público lo exige. Se pregunta uno ¿qué es lo que creen que lo amerita? ¿Quedaron de brazos cruzados con este nuevo protocolo? Y ¿por qué a los policías si los pueden insultar y no es delito?
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Retomemos la marcha de ayer, muchas mujeres por medio del arte salieron, con cantos y bailes, buscando que en el país se siga respaldando el aborto legal y seguro ya que es un tema de salud pública, pedían que se entienda que lo que siempre debe primar es la salud de las mujeres y su libertad de decisión.
Pero al final, desadaptadas infiltraron desdibujando la protesta con ataques vandálicos que terminaron en prender fuego a la puerta de Catedral Primada de Bogotá, un hecho que sin duda es rechazado por todos, que merece sanción social y judicial.
Si bien, las actividades delictivas de minorías radicalizadas no pueden ser utilizadas para criminalizar a las mayorías que ejercen el derecho de manifestación pacífica consagrado en la Constitución. Debemos empezar a ver si a las calles se sale para manifestarnos o violentar. Esto no puede seguir siendo un paisaje. Quienes marchen deberían saber que cualquier violencia obstaculiza la solidaridad que quieren generar entre la ciudadanía.
Claro, la protesta debe incomodar porque precisamente debe llamar atención y sacar de esa comodidad a quienes deben girar la mirada, pero incomodar no puede ser sinónimo de violentar y de pasar por encima de las libertades de otros, ¿qué necesidad de que en las marchas al final algunos terminen prendiendo fuego?
Colombia es un país con libertad de cultos, eso no se puede olvidar, y esas acciones violentas son inaceptables porque están atentando contra las creencias íntimas de la gente. Es un delito.
Y lo de siempre, nuevamente la alcaldesa regañando a la Policía porque el comandante le envió un video de lo que sucedía, recordemos que la mandataria preguntó ¿por qué en vez de grabar no aplicaron el protocolo distrital y la ley? Pero cómo así alcaldesa, no es usted la que se hacía llamar jefe de la Policía, entonces su lógica es que logros de la Policía contra la delincuencia en Bogotá si son fruto del trabajo en conjunto con usted, pero errores y omisiones son por ellos y ahí ¿usted no tiene nada que ver?
“Como usted dice alcaldesa, ¡trabaje mi señora! Deje de lavarse las manos y ejerza autoridad. Que el vandalismo no se vuelva paisaje”, dijo Catalina Suárez al cierre.