Camilo* huyó de La Guajira a sus 14 años; hoy quiere jugar como Luis Díaz
Camilo* prende el televisor para ver los partidos del Liverpool y le resulta difícil pensar que Luis Díaz creció en la misma tierra que lo vio nacer: Maicao.
Camilo* huyó de La Guajira a sus 14 años; hoy quiere jugar como Luis Díaz
Colombia
Camilo* prende el televisor para ver los partidos del Liverpool y le resulta difícil pensar que Luis Díaz creció en la misma tierra que lo vio nacer: Maicao, en el departamento de La Guajira, donde predomina la desnutrición, la corrupción y el conflicto armado.
A sus 14 años, a Camilo* lo convocaron a un partido con el peor equipo…
“Salí por amenazas (…) querían que yo robara con ellos, pero como yo no quería estar con ellos, empezaron las amenazas”, contó Camilo a W Radio.
A pesar de las amenazas y las tentaciones que trae consigo la maldad, su mamá, la mejor defensa, no dejó que este juego se llevara la vida de su hijo.
En La W: Huellas de la guerra en niños y jóvenes
Así lo cuenta Camilo*: “Hay un barrio y pasan cobrando ‘vacuna’ por ahí en las casas: 5.000 pesos le cobran a uno. Un día cogieron el número de mi mamá y le dijeron que, si nos veían en una esquina, nos dejaban ahí tirados”.
Por no unirse a la criminalidad, a Camilo* lo obligaron a abandonar la cancha, a dejar su tierra y sus orígenes. Hoy se le parte la voz al recordar el día en que se separó de su mamá:
“Separarme de mi mamá es lo que más extraño. Amigos no hay, sino conocidos. También salí de allá porque no quería que le quitaran la casa a mi mamá, ella ha trabajado mucho por eso y no me gustaría que llegue otro a quitársela”.
Amigos no hay. Camilo* cuenta que en Maicao no se juega en ligas menores: los niños pierden la inocencia temprano, es normal verlos armados, es normal ver sangre en la cancha.
“A esos peladitos, como de 12 años, uno los ve pasando por la casa todos empistolados. Es normal que los niños en La Guajira vean la muerte, uno está parado y matan ahí enfrente. A ellos (los grupos armados ilegales) no les interesa si hay pelaos’”.
A sus 14 años, Camilo* ya superó el torneo más importante: esquivó la muerte.
A pesar de estar lejos de su mamá, hoy le hace un gol a la vida con un porvenir como deportista. Quiere ser futbolista, quiere jugar como un ‘tiburón’.
Entre risas, Camilo* cuenta: “A mí siempre me ha gustado el fútbol, quiero agarrar mi carrera. Yo siempre he sido juniorista”.
Escuche la historia de Camilo en La W:
Camilo* huyó de La Guajira a sus 14 años; hoy quiere jugar como Luis Díaz