La nueva modalidad de reclutamiento de menores en Colombia

De 2020 a 2022 se han reclutado 110 menores. Entre 2018 y 2021 la Defensoría ha emitido 186 alertas tempranas sobre reclutamiento, en donde los mayores victimarios son las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, seguidos por las disidencias de las Farc y ELN.

A la fecha se han desvinculado 7.061 menores de las filas de estos grupos armados, de los cuales 800 eran indígenas y 575 afrocolombianos.

¿Para qué los reclutan?

Estas alertas por reclutamiento están relacionadas con actividades de narcotráfico, contrabando, minería ilegal y prestamos gota a gota.

¿En qué lugares del país sucede esto?

Las mayores cifras se presentan en Antioquia, Chocó, Valle del Cauca, Cauca, Nariño y Bolivar.

¿De que edades son los menores reclutados?

Según la Defensoría los niños entre los 14 y los 16 años son las mayores víctimas de este flagelo. La mayoría estaban en 5 grado cuando fueron reclutados y 573 no tenían escolaridad.

¿Qué métodos de persuasión usan estos grupos criminales para reclutar?

Visitas frecuentes a centros educativos o lugares de residencia. Ofrecimiento de dinero, enamoramiento, amenazas a familiares y profesores, falsas ofertas de trabajo o trabajos reales como raspachines de hoja de coca y en expendio de drogas.

¿Qué pasó durante la pandemia?

La pandemia recrudeció el reclutamiento con ocasión a las medidas tomadas para prevenir el COVID-19. Se vieron agravadas las situaciones de vulnerabilidad por la crisis económica, ademas algunos entornos de protección como los colegios vieron disminuida su capacidad para ofrecer resguardo a los menores quienes quedaron a la merced de los discursos de los grupos armados y otros a la fuerza y coacción de los mismos.

¿Qué nuevas dinámicas de reclutamiento existen?

Una de las nuevas dinámicas usadas por grupos ilegales es engañar a los familiares de los niños con falsos campamentos de vacaciones para que los menores que no han podido acceder a la educación, dada la pandemia, vayan a entrenamientos educativos que no existen.

Es así como los niños vuelven a la casa como milicianos y algunos no vuelven a sus hogares al sucumbir ante las ofertas atractivas de estos grupos.

Otras de las nuevas dinámicas son los “municipios cantera”, zonas alejadas de sus lugares de arraigo familiar, a las que son trasladados para que les sea más fácil delinquir. Es decir, los alejan de su hogar y de sus amigos para que en caso de que les toque asesinar a alguien, no sea en contra de su propia gente.

Lo más grave es que este fenómeno sigue creciendo a pesar de que el 83% de las alertas tempranas advierten cómo y donde serán reclutados los niños y jóvenes. La CIPRAT, que es un grupo de respuesta rápida integrado por el ministerio del Interior, ministerio de Defensa y la fuerza pública prácticamente que no sirve para nada.

Y como si fuera poco, hoy no existe una cifra oficial sobre el número de niños que siguen reclutados.