Huracán Fiona deja 789 desplazados en su paso por República Dominicana
El huracán también dejó sin fluido eléctrico en Bávaro, Verón y Friusa.
Lluvias, fuertes vientos y cerca de 800 desplazados por inundaciones y daños en viviendas deja este lunes el huracán Fiona en República Dominicana, informaron las autoridades, luego de que este fenómeno meteorológico provocara daños catastróficos en Puerto Rico.
Las precipitaciones caídas desde la madrugada del lunes y los vientos obligaron a movilizar a “áreas seguras” a 789 personas, 519 de ellas a albergues estatales, dijo el mayor general Juan Méndez García, director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), al dar un primer boletín a la prensa.
Tres nuevas regiones fueron declaradas este lunes en alerta roja, precisó el COE, con lo que 16 de las 32 provincias de este país caribeño, en el norte y en el este, quedaron bajo esta figura.
Habitantes de barrios pobres de Nagua (norte), una de las regiones en alerta por el huracán, caminaban este lunes entre sus viviendas de madera con agua hasta los tobillos, constataron periodistas de la AFP.
Calles anegadas, vías bloqueadas y postes de luz derribados dejó también Fiona en Bávaro, Verón y Friusa, en la turística Punta Cana (este). No hay fluido eléctrico en esta zona.
“Pasó a mucha velocidad”, comentó a la AFP Vicente López, encargado de cuidar la playa de Bibijagua, en Punta Cana, lamentando los negocios destrozados.
La prensa local informa de inundaciones en otras poblaciones costeras como Higüey.
El ojo del huracán tocó tierra en la costa de Dominicana a las 03H30 (07H30 GMT), con vientos estimados en 150 km/h, indicó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés) en Twitter.
Dominicana, nación de 10,5 millones de habitantes, suspendió la jornada laboral del lunes por las lluvias, que continuarán “al menos hasta el jueves”, dijo en una entrevista televisiva Francisco Holguín, de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet).
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Fiona causó graves destrozos el domingo en Puerto Rico, con torrenciales lluvias que dejaron sin electricidad a la isla y que llevaron al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a declarar el estado de emergencia para este territorio estadounidense, medida que permite liberar fondos federales para labores de ayuda.
Se espera que el huracán de categoría 1, la más baja de las cinco en la escala de Saffir-Simpson, “se fortalezca” en las próximas horas, dijo el NHC.
Ya Fiona provocó serios daños al pasar la noche del viernes por Guadalupe, donde un hombre murió arrastrado con su casa por la crecida de un río.
“Momento duro” en Puerto Rico
El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, alertó este lunes en rueda de prensa que la lluvia seguirá azotando la isla al menos por dos días más y pidió a la población permanecer en sus casas o en refugios. “Estamos pasando por un momento duro, pero nuestro pueblo es fuerte”, declaró el funcionario.
Fiona provocó el domingo un apagón general en Puerto Rico, de 3,1 millones de habitantes. La red eléctrica apenas ha podido restablecerse para unos 100.000 usuarios, informó en Twitter la empresa encargada de la distribución de la electricidad.
Más de 800.000 personas, informan las autoridades, quedaron además sin servicio de agua potable.
“Estamos sin luz y sin agua”, contó a la AFP Elena Santiago, anestesista del hospital Menonita de Aibonito (centro). “El hospital está operando con generador. Se están atendiendo solo emergencias”.
Según medios locales, varios ríos se desbordaron en el sureste, inundando carreteras y zonas urbanas, y en el suroeste varias familias perdieron el techo de sus casas por las ráfagas de vientos y debieron cobijarse en refugios.
Puerto Rico suspendió las clases y la jornada laboral, salvo en el caso de trabajadores en puestos críticos o servicios esenciales durante la emergencia.
Con el paso huracán María, que causó casi 3.000 muertos en Puerto Rico en 2017, la isla quedó incomunicada y grandes áreas estuvieron sin electricidad durante meses.
El calentamiento de la superficie de los océanos, según expertos, aumenta la frecuencia de los huracanes más virulentos, con vientos más fuertes y lluvias más intensas.