Duro cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en España
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, había aceptado debatir en la Cámara Alta las medidas de ahorro energético.
Duro cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en España
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, han protagonizado un duro cara a cara en el Senado y con una retahíla de reproches mutuos, la imposibilidad de llegar a acuerdo alguno en los 15 meses que restan de la actual legislatura.
Sánchez aceptó días atrás el reto que le lanzó Feijóo para debatir en la Cámara Alta las medidas de ahorro energético, pero la sesión, como cabía esperar, ha derivado en un choque dialéctico en torno a la gestión del Ejecutivo y la labor de oposición del Partido Popular.
El enfrentamiento entre el presidente del Gobierno español y el líder del Partido Popular ha seguido el esquema de réplicas individuales.
Lea también en La W:
Las medidas de ahorro energético
Pedro Sánchez garantizó que las medidas que puedan plantearse próximamente para el ahorro energético no serán “dramáticas” ni van a erosionar la calidad de vida de los ciudadanos españoles.
Sánchez lanzó este mensaje en su intervención inicial ante el pleno del Senado con motivo del debate sobre el ahorro de energía, donde mantuvo un duelo parlamentario con líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, presidente del conservador Partido Popular.
El jefe del Ejecutivo español confirmó que está estudiando medidas adicionales de ahorro y para la mejora de la eficiencia y subrayó que se pueden hacer algunos cambios en los hábitos de vida para ello, pero no serán dramáticas.
“No va a haber ni apagones de electricidad, ni racionamiento de bombonas de butano, ni ninguna de esas escenas apocalípticas que evocan en muchas ocasiones la bancada de la derecha y la ultraderecha junto con los medios de comunicación que jalean esas noticias y mensajes”, dijo Sánchez.
Según explicó el presidente del Gobierno español, desde que entraron en vigor las medidas de ahorro energético, el consumo en España se ha reducido más de un 4,6%, sin que los estándares de vida de los ciudadanos se hayan resentido.
Sánchez aprovechó su comparecencia parlamentaria para informar también de que el tope al gas para generación eléctrica está consiguiendo contener el coste la factura de la luz más de un 15 %.
Según dijo la denominada “excepción ibérica”, por la que la Comisión Europea (CE) autorizó a España y Portugal a aplicar un tope al gas para generación eléctrica a fin de no incrementar el precio de la luz en el mercado mayorista, se está logrando contener la factura para los hogares, pero también a las empresas.
Recordó que el Ejecutivo español también ha puesto un techo al incremento que las empresas de gas pueden trasladar a los consumidores en sus revisiones trimestrales de la tarifa de último recurso (TUR) -la regulada-, un límite a la actualización de precio en los contratos de alquiler y también al precio de la bombona de butano.
Sánchez se refirió también a las medidas de gratuidad en el transporte y resaltó que, en lo que va de septiembre, hay ya más de 760.000 personas que se están beneficiando de los bonos gratuitos de Renfe.
A estos se van a sumar cientos de miles que se beneficiarán del 30% de descuento en metros, tranvías y autobuses de línea.
Además, el jefe del Ejecutivo anunció también que las instalaciones de cogeneración quedarán cubiertas de manera temporal por el mecanismo ibérico que limita el precio del gas empleado para la generación eléctrica.
Sánchez explicó que se trata de una medida “excepcional para tiempos excepcionales” solicitada por la propia industria, de la que se van a beneficiar sectores que representan el 20 % del PIB industrial.
En réplica al presidente del Gobierno, el líder de la oposición conservadora, Alberto Núñez Feijóo, propuso que, en lugar de obligaciones, sanciones y multas, se premie con descuentos directos en el recibo energético a los consumidores, familias y pymes por su ahorro de energía.
Feijóo, durante su intervención en el debate en el Senado, defendió que España no se puede permitir que la actividad industrial caiga, por lo que ha pedido ayudas no para modernizar, sino para que no cierren las empresas, porque “de nada vale modernizar lo que está cerrado”.