Trabajo de la Comisión de la Verdad en Colombia es alabado internacionalmente
La Embajada de España y la de Suecia en Colombia, entre otras, también se sumaron a las felicitaciones por la labor de este organismo surgido tras la firma del acuerdo de paz.
Organismos internacionales y embajadas en Colombia alabaron este lunes el trabajo llevado a cabo por la Comisión de la Verdad durante los últimos casi cuatro años, un mandato que finalizó ayer y que deja un informe final en el que se analizan las causas y consecuencias del conflicto armado colombiano.
El jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, mostró a través de sus redes sociales su “más profundo respeto” al padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión, y a todos los comisionados “por su inmenso esfuerzo de escucha colectiva y contribución a la Paz Grande y la reconciliación nacional”.
Por su parte, la representante de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia, Juliette de Rivero, expresó su “admiración y respeto por el trabajo” de la Comisión, y también destacó su capacidad de “escucha a las víctimas y su profundo aporte a Colombia para garantizar los derechos humanos y la paz”.
La Embajada de España y la de Suecia en Colombia, entre otras, también se sumaron a las felicitaciones por la labor de este organismo surgido tras la firma del acuerdo de paz.
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“Rendimos homenaje al inmenso y valioso trabajo realizado por la Comisión de la Verdad”, compartió la Embajada española, acompañada de una foto en la que se puede ver al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, recibir una copia del informe final de la comisión durante su visita oficial al país latinoamericano la pasada semana.
En cuanto a la embajadora de Suecia en Colombia, Helena Storm, destacó el “inmenso esfuerzo de escucha colectiva” de la Comisión y celebró que “su legado y compromiso por las víctimas seguirán inspirándonos”.
FIN DE MANDATO
El mandato de la Comisión de la Verdad llegó a su fin este domingo, dos meses después de que publicara su esperado informe final luego de tres años y medio de investigaciones y recopilación de testimonios que da cuenta de una “Colombia herida” por más de medio siglo de conflicto armado y sienta unas recomendaciones para repararla.
Sin embargo, el informe, que cuenta con capítulos nunca antes explorados al hablar del conflicto de manera oficial, como la violencia contra mujeres, personas del colectivo LGTBI y las heridas del exilio, no fue bien acogido en todos los sectores políticos y sociales de Colombia.
Entre los críticos de esta laboriosa investigación está el opositor Centro Democrático, partido del presidente que recibió el informe durante su mandato, Iván Duque, quien adelantó que publicará una versión alternativa del informe para evitar que se “adoctrine” en las aulas a los niños y porque no hay una única verdad del conflicto.
LA VERDAD EN EL INFORME
El organismo ha ido publicando los capítulos que conforman el informe completo a lo largo de las últimas semanas, entre ellos uno dedicado al racismo en el conflicto, en el que se concluye que este tuvo una huella aún más brutal en pueblos étnicos y afro, cuyos miembros durante décadas no fueron considerados seres humanos por los actores armados.
Además, en las páginas de este conflicto se explica cómo sus territorios y cuerpos fueron los más afectados por la violencia, mientras que desde el Estado hubo una negligencia con estos pueblos, en el hecho de no considerarlos sujetos que merecen igualdad de protección y de derecho.
En “Mi cuerpo es la verdad”, la Comisión recopiló testimonios de 10.864 mujeres para concluir que en el conflicto armado colombiano se “exacerbó la violencia contra las mujeres”, una guerra que las “impactó de forma desproporcionada”, en especial a las campesinas, afros e indígenas.
Asimismo, se incluye dentro de este capítulo un apartado en el que se pone el foco sobre la persecución a la que fueron sometidas las personas del colectivo LGTBI, que vieron sus construcciones identitarias de género y sexualidad afectadas “profundamente”.
Otro de los capítulos que más impacto causó fue el dedicado a los niños y adolescentes que tuvieron un “peso descomunal” en el conflicto, en una guerra en la que murieron 64.084 menores.