Aplazan el juicio sobre el cierre de la Agencia Judía en Rusia
Las autoridades acusan a la Agencia Judía de violar las leyes de privacidad rusas por recibir financiación externa.
Un tribunal ruso aplazó este viernes por un mes la vista judicial sobre el cierre de la Agencia Judía en Rusia, solicitada por el Ministerio de Justicia por violación de la legislación del país, según informa la prensa local.
El diario Kommersant escribe que el tribunal Basmanni de Moscú postergó el juicio hasta el 19 de septiembre a petición de la Agencia Judía que pidió concederle un tiempo para formular su postura a raíz de unos nuevos documentos y “tratar de eliminar las infracciones descubiertas”.
“Estamos estudiando unos nuevos documentos del caso y confiamos en que la organización pueda seguir trabajando en Rusia”, dijo el letrado Andréi Grisháev a las puertas del tribunal.
El pasado julio, el Ministerio de Justicia ruso pidió el cierre de la oficina local de la Agencia Judía, un organismo vinculado al Gobierno israelí con presencia en muchos países que se ocupa de atender a la diáspora judía y de facilitar los trámites migratorios para aquellos que quieran nacionalizarse israelíes.
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Las autoridades acusan a la Agencia Judía, que tiene representaciones en nueve ciudades rusas, de violar las leyes de privacidad rusas por recibir financiación externa de organismos o países que Rusia considera “agentes extranjeros”.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, abordó a comienzos de agosto esta cuestión con el mandatario ruso, Vladímir Putin, durante una conversación telefónica.
Además, una delegación israelí viajó el 27 de julio a Moscú para evitar el cierre de la sucursal de la Agencia Judía, mientras que el Kremlin ha pedido no politizar el asunto ante las quejas de Israel de que afectaría la relación bilateral.
La relación entre Israel y Rusia, tradicionalmente fluida, se ha mantenido tensa desde el inicio de la campaña militar rusa en Ucrania, ya que el país judío se ha alineado con las potencias occidentales que condenaron la ofensiva, aunque no ha impuesto sanciones ni enviado ayuda militar para no enturbiar su alianza estratégica con Moscú en Siria.
En Israel viven cerca de 1,3 millones de rusoparlantes (casi 15% de la población), una comunidad que se instaló en la década los años noventa del siglo pasado tras la caída de la Unión Soviética, la mayoría procedentes de Rusia y Ucrania.
Según el Gobierno israelí, el número de personas que emigraron a Israel desde Rusia y Ucrania se incrementó drásticamente desde el febrero pasado.