Petro, Uribe y Felipe Córdoba terminaron unidos para elegir al próximo contralor

Hoy será la elección de contralor general de la República y no habrá sorpresas. Carlos Hernán Rodríguez, quien hace apenas dos semanas no tenía posibilidad alguna de ganar, solo figuraba en las cálculos de este Reporte, será finalmente el escogido.

El prodigio ocurrió porque el presidente Gustavo Petro incumplió de manera flagrante una de sus promesas de candidato.

Había dicho que rechazaba la cooptación de los organismos de control por parte del gobierno anterior. Iván Duque llegó a tener Fiscalía, Procuraduría, Defensoría y Contraloría. Todos los organismos de control en manos de aliados suyos, elegidos por el apoyo de su gobierno. Para lograr esas elecciones usó los recursos del Estado. Petro dijo que jamás haría algo así, pero lo está haciendo. El próximo contralor le deberá el puesto y los partidos de la coalición de gobierno, a su vez, recibieron puestos en las mismas reuniones en las que Petro les pidió que votarán por “el más calificado”.

Carlos Hernán Rodríguez se convirtió en el favorito del gobierno por carambola, cuando no pudieron meter en la lista al candidato Julio César Cárdenas a pesar de haberlo intentado. El puntaje del examen de conocimientos no le alcanzó al doctor Cárdenas.

En cambio el magnífico examen que presentó Carlos Hernán Rodríguez y la particular forma de calificar y promediar una entrevista, inventada sin fundamento legal por la segunda comisión accidental creada por alfiles del nuevo gobierno, lo consolidaron a él de primero y bajaron un poco a su contendora. Por ejemplo el senador Alexander López, sin ningún problema le puso 100 puntos de 100 posibles a su candidato Carlos Hernán Rodríguez y 0 a su competidora María Fernanda Rangel.

El 5 de agosto, dos días antes de la posesión, empezó la frenética campaña por Carlos Hernán Rodríguez. El propio presidente Petro, acompañado de quien sería su ministro del interior Alfonso Prada, se reunió con los emisarios liberales: Lidio García, Andrés Calle y Simón Gaviria para hablarles de gabinete y de contralor. De ahí salieron los ministerios de vivienda y justicia.

Los hombres Pe, Petro y Prada, también se reunieron con Dilian Francisca Toro del partido de la U, con quien hablaron del ministerio de las TIC y del contralor.

Terminaron el día reunidos con el senador conservador Carlos Eduardo Trujillo, jefe de ese partido, con él hablaron del ministerio de transporte y del contralor.

En todas las conversaciones el guiño poco sutil fue que había que votar por el del mayor puntaje y que bienvenidos al gobierno.

Después el ministro del interior Alfonso Prada, el secretario general de la Presidencia Mauricio Lizcano y el presidente del Senado Roy Barreras hicieron lo suyo. Trabajaron como un relojito en la persuasión de las bancadas. Nada distinto a lo que han hecho los gobiernos siempre. Es decir, aquí no hubo cambio.

La campaña tomó casi 10 días y la favorita de ese momento María Fernanda Rangel, a quien culpaban de ser la candidata del contralor Carlos Felipe Córdoba, vio pasar sus apoyos de más de 200 congresistas a prácticamente cero por cuenta de la aplanadora del gobierno Petro, es decir la aplanadora del presupuesto nacional.

Esa aplanadora armó extrañas parejas que se juntaron para elegir a Carlos Hernán Rodríguez:

- El senador Gustavo Bolívar terminó asociado con su archirrival Roy Barreras, protestando por los métodos pero con el mismo candidato.

- El Pacto Histórico de Gustavo Petro unido con el Centro Democrático de Álvaro Uribe.

- La izquierda en causa común con el registrador Alexander Vega, a quien hace unas semanas señalaron de querer robarse las elecciones.

- Dilian Francisca Toro abrazada con el senador Alexander López con quien probablemente disputará el año entrante la gobernación del Valle del Cauca.

- Los cristianos del Mira con Angélica Lozano y Claudia López.

- Cathy Juvinao quien denunció las presuntas inconsistencias académicas del exsenador Julián Bedoya en fraternal alianza con él para poner contralor. El cuestionado exsenador Bedoya fue quien volteó a la bancada liberal a pesar de lo que decía el expresidente Gaviria.

Todos ellos proclamando como un gran cambio la elección como Contralor General de un político local del Valle, antiguo socio electoral del destituido exgobernador Juan Carlos Abadía, de su padre Carlos Herney Abadía, sentenciado en el proceso 8.000, y del parapolítico condenado Juan Carlos Martínez.

Lo más curioso de todo es que la campaña estaba animada por la consigna de cerrarle el paso al contralor saliente Pipe Córdoba. Pero, asómbrense, Córdoba en las últimas horas ha estado ayudándole a conseguir los últimos votos a Carlos Hernán Rodríguez.

Ellos terminaron hablando y entendiéndose.

Rodríguez y su antecesor se conocen hace tiempo. Carlos Hernán Rodríguez fue auditor general en remplazo de Carlos Felipe Córdoba y su gestión no le resultó incómoda.

A la hora de la verdad, el contralor Córdoba se fue con Rodríguez y María Fernanda Rangel, que en teoría era su candidata, se quedó inmensamente sola. Con el pecado, sin el género y sobre todo sin los votos que a esta hora están con su rival.

Decía el poeta Antonio Machado: “En política sólo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela”.

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