Internacional

Otro sacerdote dice que la Policía de Nicaragua le impide salir de su parroquia

Actualmente en Nicaragua se vive una tensa relación entre la Iglesia Católica y el Gobierno de Daniel Ortega.

El sacerdote Aníbal Manzanares denunció que la Policía Nacional de Nicaragua le ha prohibido salir de su parroquia, en el municipio de Terrabona, departamento de Matagalpa (norte), en medio de tensiones entre la Iglesia católica y el Gobierno del presidente Daniel Ortega.

“Mis buenos amigos y hermanos, solamente notificarles que la Policía esta mañana me ha notificado que no tengo permiso para salir, no puedo salir a las calles, a procesiones, a actividades fuera del templo parroquial, así que creo que me están vigilando”, dijo el sacerdote Manzanares, de la parroquia San José, en un mensaje grabado el miércoles, y distribuido este jueves en sus redes sociales.

La comunidad eclesiástica de Terrabona, ubicada a unos 73 kilómetros al norte de Managua, pertenece a la Diócesis de Matagalpa cuyo obispo, Rolando Álvarez, cumple hoy ocho días de estar sitiado por la Policía Nacional, que lo acusa de intentar organizar “grupos violentos”.

Junto con Álvarez se encuentran otros cinco sacerdotes, tres seminaristas, y dos laicos, sitiados por policías en la curia de la Catedral de Matagalpa, que la tarde del miércoles fue merodeada por un dron, cuyo uso es restringido en Nicaragua.

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Se trata de uno de los momentos más tensos entre la Iglesia Católica y el Gobierno nicaragüense desde que la histórica imagen de la Sangre de Cristo de la Catedral de Managua fue calcinada el 31 de julio de 2020 en un acto que el papa Francisco calificó de “atentado”, mientras que las autoridades lo clasificaron como un accidente.

“No es una lucha humana, es una lucha espiritual”

La denuncia de Manzanares, asesor de la pastoral juvenil de Álvarez, se hizo pública ocho días después de que el mismo sacerdote llamó a los católicos de Nicaragua, en especial a los jóvenes, a unirse en oración por las “persecuciones y todas esas cosas” que sufre la Iglesia.

“Si oramos vamos a vencer las fuerzas del enemigo, porque esto no es una lucha corporal, no es una lucha humana, es una lucha espiritual, contra espíritus malignos, contra la fuerza de la oscuridad, porque el diablo está aleteando”, afirmó Manzanares, en la cuenta en Facebook de la Parroquia San José.

“Les pido a ustedes siempre sus oraciones, y les pido, por favor jóvenes, en sus pastorales, que seamos críticos ante esta situación que vivimos, dolorosa, donde la fe y la Iglesia siempre nos ha pedido callejear, ustedes saben que a mí no me dejan salir y es como que me estén matando”, insistió el sacerdote.

Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia Católica de Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años.

Ortega tildó de “terroristas” a los obispos nicaragüenses que actuaron como mediadores de un diálogo nacional con el que se buscaba una salida pacífica a la crisis política y social que vive el país desde abril de 2018.

La situación en Nicaragua se ha acentuado tras las controvertidas elecciones de noviembre pasado en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.

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