Permití que las AUC presionaran a la gente para favorecer mi elección: Hugo Aguilar
En su contribución a la Comisión de la Verdad, el coronel acusó al ejecutivo y exgerente de Solsalud, Jairo Céspedes, de haber acordado el apoyo con medicamentos sin límites al Bloque Central Bolívar de las Autodefensas.
Permití que las AUC presionaran a la gente para favorecer mi elección: Hugo Aguilar
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Coronel Hugo Aguilar, exgobernador de Santander y condenado por paramilitarismo. Foto: Cortesía Comisión de la Verdad
En el marco de su contribución a la Comisión de la Verdad, el coronel Hugo Aguilar, exgobernador de Santander y condenado por paramilitarismo, se refirió a su sentencia por haber tenido vínculos con el Bloque Central Bolívar de las Autodefensas y reconoció que por medio de presión al elector recibió el apoyo de los paramilitares para convertirse en gobernador del departamento de Santander entre 2004 y 2007.
Además, también reconoció el haber contactado a los paramilitares por medio de los líderes de los distintos municipios para que le permitieran desplazarse por todo el departamento durante la campaña.
“Cometí uno de los peores errores de mi vida, como fue permitir que las Autodefensas Unidas de Colombia a través del constreñimiento al elector, recibí el apoyo para la elección como gobernador de Santander, siendo un hombre de experiencia, me dejé llevar por las malas prácticas de los políticos tradicionales y la avaricia del poder”, sentenció el exgobernador.
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Asimismo, reconoció el desplazamiento forzado a manos de las AUC que vivieron los santandereanos que no se prestaron para votar por él y habló de los proyectos reparadores que ha ofrecido ante la JEP.
“Reconozco que las personas que a pesar del constreñimiento al elector no votaron por el suscrito para la gobernación de Santander, fueron sacadas de sus regiones del departamento y quiero reparar los daños causados a estas personas que determine la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) con el proyecto productivo de titulación de tierras denominada la finca Sevilla”, expresó Aguilar.
El coronel, asimismo, pidió perdón por sus vínculos con el paramilitarismo, viéndose favorecido por ese grupo criminal.
“Quiero pedirle perdón a Dios, al pueblo colombiano, a las comunidades santandereanas, y a mi esposa Mónica María Barrera y a su señora madre, quienes han sufrido mucho por mi error y también fueron víctimas, pero en especial con todo el arrepentimiento a las personas que fueron sacadas de su territorio donde tenían su sustento y repararé el daño causado”, señaló Aguilar.
Por otra parte, en su versión de la verdad, habló del inicio de los vínculos entre el Partido Convergencia Ciudadana y reuniones entre el exsenador Luis Alberto Gil ‘El Tuerto Gil’, el político Nelson Franco, y el exgerente de la ARS Solsalud y alto ejecutivo Jairo Céspedes (quien habría sido director del INVIMA), con el excomandante paramilitar Guillermo Cristancho ‘Camilo Morantes’.
Según Aguilar, para que no los mataran, ellos acordaron la entrega por parte de Céspedes y Solsalud de todos los medicamentos que necesitara el Bloque Central Bolívar de los “paras”.
“Yo los acompaño a Luis Alberto Gil, a Jairo Céspedes, a Nelson Franco, y otras personas a San Rafael de Lebrija (...) Al rato llegó Camilo Morantes, parecía un Rambo con una cantidad de hombres armados, hicieron la reunión, cuando él se retira en el vehículo mío se fue Luis Alberto Gil y Jairo Céspedes, gerente de la ARS Solsalud, y me dijo nos perdonaron la vida, tenemos que arreglarles el puesto de salud, e igualmente suministrarles todos los medicamentos al Bloque Central Bolívar en el departamento”, afirmó Aguilar.
De acuerdo con Aguilar, todos los candidatos a cargos de elección popular en el departamento de Santander debían tener luz verde de las Autodefensas para poder hacer campaña, y en una ocasión se dirigió a reunirse con otros políticos con el exjefe paramilitar ‘Ernesto Báez’, pero a último momento, asegura que se “arrepintió”.
Adicionalmente, el coronel confesó que cuando se desempeñó como diputado de la Asamblea de Santander, todos sabían de la presencia de los grupos paramilitares y su operación en esa zona del país, pero por “temor” guardaban “silencio absoluto”.