Judicial

Excomandante de Policía entregó hasta barristas de fútbol a militares de Dabeiba

La jurisdicción imputará cargos en las próximas horas a los máximos responsables de esos falsos positivos, que dejaron decenas de víctimas de esos crímenes de guerra.

La W conoció en exclusiva la aterradora confesión del excomandante de Policía, Guillermo Chávez Lara, quien llegó a ser segundo al mando de la Policía de Tránsito en Ibagué e Intendente jefe de la Policía de Carreteras del Tolima, el cual relató ante la jurisdicción su participación en el entramado criminal de falsos positivos del Batallón Contraguerrillas 79 en Dabeiba (Antioquia), incluso facilitando el tráfico de armas y drogas a miembros de esa unidad militar, a cambio de dinero.

De acuerdo con el testimonio de Chávez Lara, quien fue condenado por un intento de soborno a dos jóvenes que llevaban cápsulas de cocaína en su cuerpo, su relación con el Batallón inició en 2005 con el soldado Lewis Contreras y se extendió al propio comandante del Batallón, coronel (r) David Guzmán.

Según su propia confesión, estableció el vínculo criminal en un primer momento con el soldado Contreras al detenerlo en un retén en el que se encontraba, allí al identificarse como militar le hizo el ofrecimiento de entregarles víctimas, en un intercambio de “positivos” donde él les daba personas que nadie fuese a reclamar, y ellos le darían resultados que pudiese presentar como Policía.

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En el acuerdo delincuencial descrito por Chávez Lara, las primeras dos víctimas fueron dos indigentes, quienes iban de paso e instalaron un cambuche cerca al puesto de control que el oficial tenía sobre la vía hacia Armero, a quienes encontró como un prototipo de personas para “regalarle” a los militares, y bajo el término “encargos para la finca” acordaron que el soldado Contreras se desplazara hasta el Tolima por ellos y se los llevara, como efectivamente ocurrió.

El engaño, fue decirles a los dos indigentes que había conseguido quien los “acercara” hasta Bogotá.

“Lo llamé a Contreras y le dije que tenía un encargo para él, que tenía dos encargos para la finca y él me dijo que iba a coordinar con el mayor Guzmán para realizar el desplazamiento. (...) Llegan, yo me encontraba en el sector, yo ya había hablado con los dos muchachos y les había indicado que los iba a acercar hasta Bogotá, así fue el modus operandi ese día, me cogieron confianza y así fue”, detalló ante los magistrados el excomandante de Policía de Tránsito.

Luego de ese primer “resultado”, según Chávez Lara, el propio comandante del batallón coronel David Guzmán, bajó hasta el Tolima para “saludarlo”, conocerlo y afianzar la relación entre los militares y él. De acuerdo con su relato, en ese mismo encuentro y con el conocimiento del coronel Guzmán, Contreras le entregó un fajo de billetes con más de $300.000 como agradecimiento.

“Su señoría yo siempre estaba atento para que así como ellos pasaban ese tipo de situaciones en su momento también me dieran mis positivos. Solamente recibí dos veces prestación económica, una fue en la reunión en Ambalema, ese día Contreras me pasó un rollo en la mano, eran $300.000 en ese tiempo, el día que nos vimos con el mayor, Contreras me dijo ahí le deja ese cariñito el mayor (que sabía del soborno) para que tome gaseosa”, narró ante los jueces el expolicía.

Tras el encuentro entre los militares y el excomandante de Policía, pocos meses después, en agosto de 2005, Chávez Lara les entregó otras dos víctimas, caminantes y consumidores de droga que venían de Barranquilla y trabajaban recogiendo algodón en la Hacienda Pajonales. Pues bien, su sentencia de muerte fue protagonizar algunas discusiones, que llevaron a que el jefe de seguridad de esa hacienda-empresa, contactara al Policía, quien descubrió que esas personas “le servían” a Contreras.

“En el momento en que me informan vi la posibilidad, analicé y dije acá hay una posibilidad para darle estas personas a Contreras y al mayor Guzmán, no dije voy por ellos, para no tenerlos ahí y quedar en evidencia, así que fui por ellos al otro día. El día anterior le dije a Contreras, aquí tengo dos posibles encargos, que si era posible los pudiera recoger, él me dijo que sí y que coordinaba. (...) Al día siguiente fui en mi carro, los recogí, los bajamos del carro y se los entregamos a ellos, se subieron a la camioneta, yo ya sabía qué iban a hacer con ellos”, expresó ante la JEP.

Pero los confesos nexos criminales del ex subcomandante de Policía de Ibagué con los militares de Dabeiba se extendieron en el tiempo, incluso luego de que estos salieron del Batallón Contraguerrillas 79 a otras unidades militares. Según Chávez Lara, en 2010 cuando ya había sido trasladado a su flamante cargo en Ibagué, tras una gresca entre hinchas del Deportes Tolima y aparentemente el Independiente Medellín, encontró dos barristas antioqueños ebrios y durmiendo cerca de un CAI (entre ellos una mujer, eran pareja). Inmediatamente llamó a Contreras y vino por ellos para llevárselos.

“Contreras me dijo en 4 horas estoy allá, me dijo trate de tenerlos que yo voy por ellos, así textualmente. Dejé al agente Torres encargado para que les dijera que no se fueran porque los hinchas del Tolima los iban a matar, ese fue el engaño para que no se fueran. Torres los tuvo ahí, hasta les dio almuerzo (...) efectivamente llegó la camioneta entre 3 a 4 de la tarde, ahí se subieron en el platón. Después, Contreras me manifestó que ya habían recibido el encargo, que muchas gracias”, fueron sus palabras ante los magistrados.

Es más, en su confesión el expolicía habla de dos agentes que tuvieron pleno conocimiento y cohonestaron con él para facilitar las personas para las ejecuciones extrajudiciales, uno de ellos el agente Luis Torres Parra, quien, a los hinchas en mención, atendió y les dio hasta almuerzo, para “hacer tiempo” hasta que llegara el soldado Contreras.

El mismo destino mortal, en 2010, tuvieron dos jóvenes que venían en un bus desde Mocoa en el Putumayo, los cuales, por mera sospecha del expolicía, también terminaron, según él en las garras del soldado Contreras, para ser convertidos en falsas bajas en combate, con su pleno conocimiento. Ese año, según su declaración ante la JEP, en otro encuentro con Contreras, este le entregó más de $400.000 por sus “servicios”.

2. La “ayudita” a los militares para el tráfico de armas y de droga

De acuerdo con la confesión del excomandante de Policía ante la JEP, sus vínculos con el soldado Contreras y el coronel (r) David Guzmán, no se limitaron solamente al crimen de guerra de los falsos positivos.

Según su relato, a medida que fue escalando, se volvió una persona más importante para los militares, sobre todo, cuando en jurisdicción del municipio de Lérida (Tolima) su puesto de control se estableció en la vía nacional, y luego llegó a Ibagué por lo cual, los soldados lo contactaban con frecuencia para conocer dónde había retenes.

“Después de que salí de Ambalema me convertí en una persona más importante para ellos, porque ya estaba sobre la vía nacional en Lérida. Ya voy ganando un estatus como de poder a nivel departamental así que para ellos era fácil decirme que dónde estaba, si había posibilidades para el paso de un carro, si habían puestos de control, para el tráfico”, señaló.

En el caso de la vía nacional, fueron varios los vehículos con armas que dejó pasar a petición del coronel Guzmán, comandante del Batallón, y el soldado Contreras. Según los militares, retomado por Chávez Lara, también se movía droga. De acuerdo con el propio expolicía, al indagar en el momento por el contenido que iba en los vehículos y la razón por la cual no podían ser detenidos, el soldado Contreras le confesó que iban unos “lápices”, pseudónimo para referirse a las armas que pasaban clandestinamente. También recibió sobornos.

“Yo siempre a Contreras le preguntaba, porque la duda queda y queda uno cabezón, siempre quedaba uno cabezón, yo preguntaba, y en uno de los casos me dijo que ahí iban unos lapiceros, luego me enteré que los lapiceros eran armas, quedaba con la intriga pero de eso se trataba (...) tenía que ser un ilícito, aclarando, en su momento Contreras vino y me entregó $500.000″, afirmó ante la jurisdicción.

Adicionalmente, el excomandante de Policía detalló que entre el intercambio de “positivos” que estableció con los militares (afirmando también que en la Policía también había presión por la operatividad), Contreras le entregó un supuesto “positivo” con 30 granadas, granadas para mortero y 2.000 cartuchos para fusil. En 2009, según su testimonio, también le entregaron al parecer otra incautación de un fusil, hecho que se comprometió a esclarecer.

3. La nueva versión del “secuestro extorsivo” por el que lo condenaron

Adicional a los cuatro casos que presentó ante la JEP, el exoficial de la Policía también se refirió por primera vez a los hechos que motivaron su condena a más de 30 años de cárcel, el secuestro extorsivo de dos jóvenes que llevaban droga en su cuerpo.

Pues, aunque la tesis con la que lo condenaron es que exigió dinero a los jóvenes para no judicializarlos, y le ofrecieron quedarse con lo que llevaban (una víctima murió en un hospital por la ingesta), según Chávez, realmente retuvo a las víctimas porque ya caído el 2013, tuvo la idea de entregárselos al soldado Contreras para que los asesinaran, plan que falló y terminó en el lío judicial.

“Procedí a tenerlos mientras Contreras llegaba, una de estas personas me dijo que nos quedáramos con la droga para que los dejáramos ir, le dije a Torres y al patrullero Pava que lo dejaran tomarse un laxante para que expulsara las cápsulas para ganar tiempo. Como a las 5:00 de la mañana me llamó Contreras a decirme que no podían ir por ellos, porque no tenían los lapiceros (las armas) para ponerles”, detalló ante la jurisdicción.

Finalmente, todo lo relatado por el excomandante de Policía ante los magistrados de la JEP, fue enviado a la Sala a cargo de evaluar si acepta o no su sometimiento ante la jurisdicción, así como los nombres de los agentes Luis Torres Parra e Israel Ricardo Pava, quienes según su testimonio sabían del patrón criminal en el que estaba inmerso.

Por otra parte, en las próximas horas, la Sala de Reconocimiento de la Jurisdicción, anunciará la imputación de cargos en contra de los máximos responsables en el Batallón Contraguerrillas 79 y la Brigada Móvil 11 del Ejército por falsos positivos, nexos con paramilitares y otros crímenes, así como la desaparición forzada de las víctimas en el Cementerio Las Mercedes de Dabeiba (Antioquia).

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