Después de 260 kilómetros recorridos y 11 horas de travesía, el equipo de W Radio llevó las donaciones de los oyentes y empresarios a Charco Largo, Nariño.Son las 4:00 de la mañana en Pasto, Nariño. Estamos a punto de comenzar una travesía intensa y desgastante a nivel físico. Tenemos planeadas 7 horas de viaje que se convertirán en 11. La escuela “La Libertad”, ubicada en Ricaurte, Nariño, espera con ansias al primer grupo de visitantes que tendrán en su historia. Somos afortunados, llevamos con nosotros dos camionetas llenas de recursos que se convertirán en esperanza para una comunidad entera. Nuestro grupo está compuesto por 2 periodistas, 1 comunicador audiovisual y 2 voluntarios. Llevamos <a href="https://www.wradio.com.co/2022/07/22/soluciones-w-comienza-la-travesia-rumbo-a-charco-largo-narino/" target="_blank">más de un mes planeando cada detalle de esta aventura</a>.El objetivo está marcado desde el principio: Ayudar a los estudiantes de Charco Largo a estudiar de manera digna.¿Cómo comenzó todo? El 6 de junio de 2022, el profesor Jesús Eraso, único profesional (hasta ese momento) de la Institución Educativa Libertad, expuso en la W Radio las pésimas condiciones en las que él y sus estudiantes asisten a clase.“Mis niños comen en las piedras” afirmaba Eraso. Con la ayuda de empresarios, emprendedores y oyentes, se construyó un plan de ayuda que incluiría mucho más de lo que la escuela había pedido. “Va a llegar allá cocina para que puedan almorzar bien, tranquilos. Van a llegar pupitres nuevos, van a llegar computadores. Va a llegar una biblioteca” Indicaba al aire Julio Sánchez Cristo, mientras en línea uno de los estudiantes de la escuela nariñense agradecía con un tono esperanzador. Aún no se imaginaba todo lo que estaba por venir.En un recorrido de más de 250 kilómetros, muchas cosas pueden suceder. Son las 7:00 a.m. llegamos a Samaniego, un municipio marcado en la historia reciente del país por causa de la violencia. Los grafitis del ELN en algunas de las fachadas demuestran, a ciencia cierta, quién tiene el control sobre el territorio. En una de las plazas tradicionales del municipio nos encontramos con el profesor Jesús, antes de continuar el camino. Un fuerte abrazo resume los sentimientos alrededor de la jornada. Hay una mezcla de nostalgia, esperanza, emoción y cercanía. Jesús prometió a la comunidad que llegaríamos y, al vernos por fin, se le cae un peso de encima. El camión que desde Bogotá recogió las donaciones está en Samaniego también. Hay un cambio de planes, no entrará hasta Charco Largo, trasladaremos las donaciones a dos “turbos”, camionetas tradicionales, que nos acompañarán 3 horas más hasta llegar a La Planada, lugar donde la Guardia Indígena nos espera.Aunque la escuela está ubicada en el municipio de Ricaurte, Nariño, la manera más viable para llegar es por Samaniego. El camino es complicado, hay que cruzar un par de ríos y una trocha que recorre las imponentes y verdes montañas nariñenses. Nuestros celulares comienzan a perder la señal, a partir de ese momento dependemos de quienes conocen por completo la carretera. “Si traen celulares, es probable que las requisen abajo” nos indica el conductor. Durante el recorrido encontramos ‘Boletines Informativos’ donde los grupos armados exponen las reglas que deben seguir quienes ingresen al territorio. Esta zona del país cuenta con la disputa de más de 12 grupos al margen de la ley que luchan por quedarse con el jugoso botín producto del narcotráfico.Es la 1:30 p.m. Después de un largo viaje, al fin estamos a unos minutos de encontrarnos con la Guardia Indígena, que nos escoltará hasta la escuela. Sin embargo, un grupo de hombres con botas de caucho y radios nos detienen por un momento. “Él es el que tiene el celular” indica uno de los hombres, señalando a uno de mis compañeros. Inmediatamente revisan el material que hemos capturado hasta ahí, nos indican que debemos grabar únicamente cuando lleguemos a la escuela y nos autorizan para regresar un poco más tarde de lo normal, pues el tránsito por el lugar está permitido hasta las 4 p.m. En el mismo espacio de la parada, los jefes de la Guardia se suben a nuestras camionetas para continuar.Minutos más tarde, alrededor encontramos mujeres uniformadas con fusiles. Son las encargadas de vigilar la zona que además está llena de raspachines que cargan bultos enormes de hoja de coca. Nos dirigimos al lugar donde nos esperan las mulas que transportarán las donaciones hasta la escuela. Con fuerza, los integrantes de la Guardia cargan los computadores, pupitres, estufa, implementos de cocina y las decenas de libros que servirán como puente para hacer volar la imaginación de los estudiantes de ‘La Libertad’. De la mano de la comunidad, el profesor Jesús y todo el equipo, comenzamos la aventura de rodear dos montañas que en sus profundidades alojan a una comunidad con un anhelo inmenso de atención.Son las 3:30 p.m. en medio de la lluvia, vislumbramos la cima de la última montaña. A lo lejos escuchamos risas, voces agudas y sentimos el calor de la gente, por fin hay gente. Ya son más de 11 horas desde que emprendimos con ilusión y esperanza esta travesía. Nos bajamos de las mulas que por 2 horas nos han transportado. En medio de sonrisas tímidas y miradas conmovedoras, la comunidad de la vereda Charco Largo nos da la bienvenida. Carteles con mensajes que solicitan ayuda y logos de la W ocupan las paredes de la escuela ‘La Libertad’. Pasaron 1.122 horas para encontrarnos con la comunidad Awa. 46 días que transcurrieron entre conversaciones, logística y un sentimiento colectivo de solidaridad, empatía, cariño y generosidad.Nos disponemos a entregar la donación, no contamos con mucho tiempo, pero aprovechamos cada segundo para hacer sentir a las personas de la vereda que son valiosas e importantes “Estamos aquí porque ustedes existen para nosotros” les indico, en medio de una reunión en donde nos presentamos con la comunidad, la Guardia y los estudiantes. “Ayudas como las de ustedes necesitamos en estos centros educativos que están muy, muy, abandonados de todos los entes gubernamentales” afirma la profesora Luz Dary, quien desde hace un mes se ha unido al profesor Jesús en la tarea de educar a los habitantes de Charco Largo. En un aplauso colectivo se unen la gratitud de las personas y, por supuesto, el respeto que nuestro equipo tiene por el esfuerzo de quienes a diario luchan por sobrevivir.Repartimos la ropa, los libros, los computadores y todos los implementos que permitirán a los estudiantes tener su propio comedor escolar. “Son cosas que para nosotros son muy grandes. El hecho de tener una estufa, el hecho de tener unas ollas, unos platos, el hecho de ya no pedirles a los demás, para nosotros es magnífico. El hecho de poder decirle a una madre de familia ‘tenemos una estufa industrial, ya no vamos a cocinar en una estufa súper pequeña donde el almuerzo se demoraba 4 horas”.Nos indica el profesor Jesús, mientras tomamos un sancocho preparado por las madres de familia del lugar. Para él, tener a nuestro equipo en la escuela es profundamente significativo. “Eso cala, no solo en los corazones de los niños sino en el corazón nuestro como comunidad. Para nosotros es grande porque es la primera vez que esto se hace en nuestras comunidades”.Cuando le preguntamos por qué decidió acudir a Soluciones W, el docente nos cuenta que “Siempre los escucho en las mañanas. Me animé porque yo escuchaba que ustedes siempre atendían la voz del necesitado, no es el típico medio de comunicación que opaca o que miente, al contrario, es un medio de comunicación que construye país.” La mejor recompensa para este equipo es saber que de alguna manera contribuimos al esfuerzo del profesor Jesús por construir un futuro mejor para su comunidad. “El hecho de que ustedes estén acá de barro hasta las narices, perdóneme la expresión, eso cala y eso llega en el alma. Esos gestos de amor le dan a uno fuerzas para levantarse y para levantar a este tipo de territorios tan olvidados de Nariño “.Después de conocer las instalaciones, hablar con las personas y compartir algunas experiencias, nos preparamos para volver a Pasto. El viaje de vuelta será un poco menos exigente, tendremos menos afán y las sonrisas se convertirán en combustible para lo que quedará de camino.Los profesores Jesús y Luz Dary nos acompañan de vuelta. Están orgullosos y satisfechos con nuestra labor. Lo que no saben es que quienes estamos profundamente agradecidos y admirados somos nosotros. El trabajo que personas como ellos hacen, nos permite soñar con un país mejor. Charco Largo ha dejado una huella en nuestra piel, pero es solo el comienzo, aún queda mucho por construir.Desde W Radio agradecemos a: la Gobernación de Nariño por su ayuda logística, además de las marcas, emprendedores y empresarios que se unieron a este sueño. Challenger. Ktronix. Kitara. Bethel Diseño Independiente. La Marelle. Felipe Lozano. Germán Silva. Gregorio Eljach. Felipe Ossa y la Librería Nacional. Vicente Casas. Luisa Piñeres. Eugenia Perdomo. Diana Naranjo.