El PIB estará en riesgo si sigue creciendo la deforestación en Colombia

Colombia

En diálogo con La W, la profesora de la Universidad de los Andes y directora de Parques Como Van, Sandra Vilardy, explicó que existen maneras diferentes de hablar y analizar las recientes cifras de deforestación reveladas por el Ideam. “El Gobierno ha estado hablando sobre el modelo de aceleración de la tendencia y la meta del plan del desarrollo era disminuir la tendencia en la aceleración, porque en 2017 y 2018 la deforestación alcanzó en Colombia más de 210.000 hectáreas, un récord histórico de deforestación.”

Vilardy advierte que si bien es cierto que la deforestación no siguió creciendo con una taza tan acelerada como la registrada en 2017. En los últimos 3 años la deforestación se estabilizó entre las 180 mil y 170 mil hectáreas anualmente “el fenómeno de la deforestación sigue siendo crónico y las acciones del gobierno no han logrado controlar ni disminuir la deforestación”.

¿Como llegamos a esas cifras tan altas de deforestación?

Para la experta, la deforestación es la punta del iceberg de fenómenos que están alrededor y logran sincronizar, “el pico de deforestación se da cuando terminan los diálogos de paz y se tiene la expectativa de llegar con toda la institucionalidad a cumplir los acuerdos. En esas zonas de alta intervención de deforestación queda ese espacio vacío y la gobernabilidad debilitada por lo que empieza una apropiaron territorial con intereses económicos muy importantes.”

Explica que, en los últimos años, el precio del ganado en pie se ha duplicado y esto es un incentivo económico muy importante para meter vacas “hoy podemos ver por ejemplo el Parque Nacional Natural Tinigua que hoy está perdiendo el 50% de los bosques en menos de una década y lo que hay allá adentro son puras vacas.”

¿Como acabar con la deforestación?

Para la doctora en ecología y medio ambiente, hay incentivos económicos legales pero perversos que están estimulando la deforestación. “Detrás de la deforestación no hay campesinos pobres intentando cultivar su alimento; hay todo un proceso de dinámicas económicas muy poderosas con vínculos políticos que ya han sido señalados, pero hasta el momento hay una sola captura.”

Por eso plantea que la solución es llegar al territorio con acciones de intervención integral en estas zonas, saber cuál es el modelo productivo de desarrollo para esas regiones. “La Amazonía tiene un papel muy importante en el control de la regulación del agua a nivel mundial, pero también en el control de nuevas enfermedades.”

¿El fenómeno es reversible?

“Nos estamos demorando en actuar y en la medida en que el calentamiento global aumente se seguirán perdiendo los bosques, por lo que cada vez será más difícil, puede ser reversible, pero si actuamos ya de manera armónica e integral, pero cada vez va ser más complicado.”

Para Vilardy es lamentable que hoy 10 Parques Nacionales Naturales están con procesos intensos de deforestación, “los más graves son: Tinigua, Serranía de los Picachos, la Macarena, Chiribiquere, La paya, Paramillo, Sierra Nevada y Catatumbo.”

¿Como puede ayudar la sociedad civil y empresas privadas?

Las empresas colombianas tienen un papel muy importante para ayudar a conservar bosques y ayudar a los incentivos económicos más favorables en esas zonas, “podemos tener apoyos a la trazabilidad del consumo de carne y evitar comprar carne que venga de zonas asociadas a la deforestación.”

“Necesitamos que en las etiquetas de la carne nos digan el origen y la certificación y los consumidores exigir”.

¿Como afecta esto el crecimiento económico?

Sandra Vilardy reitera que la ciencia está alertando que, si perdemos el 30% del Amazonas, “dejará de ser una bomba de agua para el país, y terminará afectando la cordillera oriental del país como los embalses de Chingaza”.

Y es allí cuando la disponibilidad de agua para el PIB puede estar en riesgo en una década, si perdemos el 30% del Amazonas, por esto es un tema tan grave para el ambiente y la economía colombiana.