Judicial

Finalización del contrato para operar Megabus en Pereira fue declarada legal

Sin embargo, se declaró nulo el cálculo de los perjuicios, que habían sido tasados en más de 11.000 millones de pesos.

Imagen de referencia del Consejo de Estado. Foto: Colprensa.

El Consejo de Estado declaró legal la mayor parte proceso por medio del cual Megabus S. A. dio por finalizado, de manera anticipada, el contrato para operar el sistema de transporte masivo en Pereira y demás municipios del área metropolitana del Centro Occidente, concesión que le había sido otorgada a Promaviso S.A. en el 2004.

Sin embargo, se declaró nulo el cálculo de los perjuicios, que habían sido tasados en más de 11.000 millones de pesos, un pago que debía ser asumido también por las sociedades Sistema Integrado de Transporte SI 99 S.A. y López Bedoya y Asociados Cía., en su calidad de deudores solidarios del concesionario operador del sistema de transporte. Para la sala, no se estimaron adecuadamente los ingresos y egresos que tuvieron incidencia en el daño causado al sistema de trasporte.

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Los hechos materia de este proceso tuvieron su origen en la decisión de Megabus de declarar la caducidad del contrato de concesión otorgado a Promasivo. En ese entonces se declaró el incumplimiento contractual y, por ende, la ocurrencia del siniestro, lo que condujo a la liquidación unilateral del contrato y a ordenar el pago de los perjuicios, que debían ser asumidos también por los deudores solidarios ya señalados.

Contra las resoluciones por medio de las cuales se impuso la sanción contractual uno de dichos deudores solidarios, SI 99, interpuso una demanda, en ejercicio de la acción de controversias contractuales.

Para la accionante, su condición de deudor solidario no implicaba que debiera asumir la responsabilidad por el pago de la sanción contractual y estimaba que Megabus era la responsable de los incumplimientos. También precisó que había vendido su participación accionaria en Promasivo y que, en todo caso, no había firmado los otrosíes al contrato del 2004. Además, adujo que Megabus había perdido la competencia para liquidar unilateralmente el contrato, pues, ante el proceso de liquidación del concesionario, la facultad recaía en la Superintendencia de Sociedades, entidad que había decidido permitir la continuidad en la ejecución contractual. Entre otras cosas, sostuvo que se calculó el perjuicio contabilizando únicamente los ingresos, pero sin descontar los gastos.