Macron favoreció implantación de Uber cuando fue ministro de Economía: investigación
Un total de 124.000 documentos internos de Uber que se remontan al período 2013-2017 fueron filtrados al diario británico The Guardian que los compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
Emmanuel Macron habría favorecido la implantación de Uber en Francia cuando fue ministro de Economía ante la “hostilidad” del Gobierno socialista del presidente François Hollande, según desveló el pasado domingo un grupo de medios internacionales.
Un total de 124.000 documentos internos de Uber, que se remontan al período 2013-2017, fueron filtrados al diario británico The Guardian. Este, a su vez, los compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en el que están los franceses Le Monde y Radio France.
Los documentos divulgados muestran cómo la compañía estadounidense “conquistó el planeta surfeando en ocasiones en las fronteras de la legalidad”, por ejemplo ofreciendo regalos a políticos, trabajando con un banco ruso sometido a sanciones, señalan los medios franceses.
Por ejemplo, explican cómo Uber intentó reclutar a la neerlandesa Neelie Kroes poco después de que dejara su puesto de comisaria europea de Transportes y vicepresidenta de la CE, incluso antes de que terminara el plazo de 18 meses para que los antiguos responsables del Ejecutivo comunitarios trabajen en puestos del sector privado en el que pueden influir en los nuevos comisarios.
“Nuestra relación con NK es altamente confidencial. Su nombre no debería figurar nunca en un documento”, señaló un destacado lobista de Uber en un correo electrónico de marzo de 2015, cuatro meses después de la salida de Kroes de la CE.
Sobre UBER:
En Estados Unidos, la empresa proponía a legisladores y otros responsables políticos regalos en forma de viajes a precio, ayuda para los transportes durante sus campañas y hasta comidas en restaurantes caros.
En Francia, los medios relatan que el 1 de octubre de 2014 Macron recibió a un grupo de ejecutivos de Uber, entre ellos su fundador y consejero delegado Travis Kalanick, una reunión secreta que no figuraba en la agenda del entonces ministros.
En aquella época, el Gobierno socialista de Hollande no era propicio a la implantación de Uber en el país.
El antecesor de Macron en el Ministerio de Economía, Arnaud Montebourg, acusaba a Uber de “destruir las empresas”, mientras que el titular de Interior (departamento responsable de los taxis), Bernard Cazeneuve, tampoco miraba con buenos ojos a una empresa que amenazaba con dejar sin trabajo a muchos taxistas.
Tampoco el primer ministro, Manuel Valls, o el titular de Transportes, Alain Vidalies, eran más propicios a apoyar a la firma estadounidense.
En aquella época, Macron no ocultaba su simpatía por Uber, ya que consideraba que podría crear muchos empleos para personas poco cualificadas.
Según los documentos de Uber, Macron sugirió a los directivos de la firma enviar enmiendas “llave en mano” a un diputado confiable, Luc Belot, y posteriormente ayudó a la compañía a trabajar “sorteando” una ley de 2014 que les ponía trabas.
Los documentos muestran un total de 17 “intercambios significativos” durante los siguientes 18 meses entre Macron y sus asesores y los responsables de Uber Francia, así como cuatro encuentros entre el ministro y Kalanick, que dejó el puesto en 2017.
Un ejemplo concreto tuvo lugar en octubre de 2015, cuando el prefecto de policía de Marsella (la segunda ciudad más poblada de Francia) emitió un decreto que prohibía de facto la actividad de Uber en la aglomeración metropolitana marsellesa.
Uber recurrió a Macron por escrito, quien habría respondido que se iba a ocupar “personalmente” del asunto, y tres días después la prefectura de policía “precisó” su medida: Ya no habría prohibición, sino que se anunciaban más controles sobre los conductores que estuvieran en regla con la normativa del sec tor.
El entonces prefecto de policía, Laurent Nuñez, es ahora coordinador nacional de la información y de la lucha antiterrorista, lo que le convierte en un asesor próximo a Macron. Preguntado sobre esa decisión, aseguró no haber recibido presiones ni comunicaciones del Ministerio de Economía.
Por su parte, Uber señala que el ministro “nunca intervino” sino que la prefectura de policía reconoció que su decisión inicial era “ilegal”.
Los documentos de Uber muestran numerosos otros intercambios dentro del complicado proceso que hubo entonces en Francia y que culminó con la autorización para la plena implantación de la empresa.
Y esas buenas relaciones continuaron tras la llegada de Macron al Elíseo, con ocho reuniones entre representantes de Uber y colaboradores del ya presidente entre 207 y 2022, según datos oficiales franceses, recuerda Le Monde.