Mario Montoya y González Peña sabían de los falsos positivos: capitán Alfonso Romero
En diálogo con La W, el exmilitar Alfonso Romero, condenado por ejecuciones extrajudiciales, prendió el ventilador y señaló a varios generales por, según él, tener conocimiento de esos crímenes.
Colombia
En entrevista en exclusiva con La W, el capitán Alfonso Romero Buitrago exintegrante del Batallón Contraguerrillas 79 en Dabeiba y condenado por falsos positivos, se refirió a esos crímenes perpetrados por soldados de esa unidad militar de la Brigada Móvil 11.
De acuerdo con su relato, en la Brigada Móvil 11, que fue fundada en Montería (Córdoba), los mayores de esa Brigada salían a Tierralta (Córdoba) y se veían con paramilitares cuando se estaban realizando reuniones para el Acuerdo de Paz en Ralito, y ahí conoció de los vínculos de los “paras” con militares. Es más, indicó que en la línea de mando Montoya y González así como otros oficiales sabían de esos crímenes
“El general Montoya y el general González Peña sabían de esas ejecuciones extrajudiciales, yo fui amenazado por uno de los coroneles y llamé a mi general Montoya, para esa época el general ya me conocía, yo le había dado unas bajas en la zona de distensión y él me condecoró, ya en el 2004 cuando lo llamo y le digo que se están presentando esas muertes él ya no me reconoció” afirmó.
Según Romero, Montoya en sus programas radiales mencionaba “litros de sangre” y si la Brigada Móvil no daba “resultados” estaba en problemas. También afirmó que el ministro de Defensa de la época tenía que saber lo que estaba pasando pero todo el mundo “se lava las manos”.
“Claro que sabían, yo les informé, uno va haciendo el conducto regular, lo que hago es informarle al coronel Pava, de ahí al coronel Jorge Amor comandante de la Brigada Móvil 11 de todo lo que el mayor Guzmán estaba haciendo, después hablo con el general Zapata y luego hablo con el general Montoya y no me quiso hacer caso, desconociéndome, cuando en el pasado me había condecorado, también hablé con el general González Peña” detalló.
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Según Romero, los incentivos para cometer esos crímenes eran viajes al exterior y otros “beneficios”, incluso señaló que la Brigada Móvil 11 estaba “penetrada por los paramilitares desde Córdoba y el nudo de paramillo”, y que su comandante, el hoy coronel Dabid Guzmán (mayor en esa época) tenía hasta un radio de comunicación directa con los paramilitares, y la orden que les dio era dar “bajas como sea”.
“El mayor Guzmán era comandante del Batallón 79, lo que decía se hacía, el oficial que no estuviera de acuerdo era amenazado y hasta lo podían matar, en Ituango empezó todo. El mayor empezó a hablar con paramilitares, yo siempre he dicho que el coronel David Guzmán era un militar paraco” sentenció en la entrevista.
En la entrevista el mayor afirmó que no quiso participar y fue una piedra en el zapato para el mayor Guzmán y los “militares paracos”, al igual que el teniente Suárez, que según su testimonio el cual también ha entregado a la JEP, fue asesinado por oponerse a la comisión de esos crímenes de guerra.
“El teniente me contó la verdad a mí y a otros integrantes del Batallón, y fue asesinado por parte del mayor Guzmán comandante del Batallón, él me contó que no quería participar, pero el mayor (hoy coronel) elegía a los reclutas para involucrarlos en esas operaciones” detalló.
Además, el capitán Romeo ‘salpicó' gravemente al coronel Jorge Amor, excomandante de la Brigada Móvil 11, señalando que cuando quiso denunciar lo que estaba pasando, el coronel ordenó darle de baja del Ejército.
“Miércoles usted suelta ya esa compañía (que comandaba en el batallón) y se viene y se me presenta ya que le voy a dar de baja y me amenazó: póngase a abrir la jeta (...) él sabía, me amenaza, me quita el fusil y me dijo tranquilo mano, que usted va a ver a su familia y póngase a abrir la jeta, él sí sabía” me dijo el coronel Amor.
Finalmente, afirmó que el coronel Pava Fleisman y el general Luis Alfonso Zapata lo amenazaron, y que “el que hablaba lo mataban”. Según Romero, señaló conocer testimonios de soldados que confesaban que los paramilitares estaban operando desde la Brigada 17 al mando del general Zapata.
En relación con la consecución de las víctimas, el capitán Romero afirmó que el sargento Ochoa era la mano derecha del mayor Guzmán, recogía las armas y lo que hacían en las operaciones era solo “ir hasta ese sitio, uniformar a las personas y les ponían las armas”.
Según Romero, la expresión del mayor David Guzmán “Vuelo 79″ era el indicativo para proceder a matar a las víctimas y tenía constantes reuniones con paramilitares en Dabeiba (Antioquia), en las cuales había soldados que había conocido en el pasado y se habían pasado al bando de las AUC.