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Lo que más duele fue dar dinero bien habido a criminales: Gonzalo Botero a exFarc

Además de Botero, otras víctimas como Jonathan Mulford, quien fue raptado siendo menor de edad junto a su madre, impulsó un minuto de silencio, y entregó un desgarrador relato.

Audiencia de reconocimiento de secuestros de los excomandantes de las Farc. Foto: Cortesía JEP

Durante las audiencias de reconocimiento de secuestros de los excomandantes de las Farc, el excongresista y exalcalde de Magangué (Bolívar) Gonzalo Botero Maya se refirió al secuestro que padeció a manos de las Farc y por el cual la extinta guerrilla cobraba 4 millones de dólares por su liberación.

De acuerdo con Botero, se trató de una cifra bárbara y traída de los cabellos, pero, además, tanto él como su familia tuvieron que trabajar por varios años para pagar las deudas que asumieron para poder reunir el dinero y que le respetaran la vida.

“¿Sabe qué es lo que más me atormenta día y noche? El saber que dinero bien habido, conseguido con el trabajo honesto de varias generaciones, sin hacerle daño a nadie, y generando empleo, haya ido a parar a las arcas de una organización criminal para ampliar su accionar absurdo e irracional”, detalló.

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Asimismo, narró que durante su secuestro fue vestido con camuflado de guerrillero (que lo volvía un blanco del Ejército por error), fue vendado en sus ojos y amarrado en varias ocasiones. Pero, además, ni siquiera el pagar su rescate llevó a la tranquilidad de su familia, tuvo que vender bienes y salir del país tras ser declarado “objetivo militar” por el extinto grupo armado.

Es más, su familia continuó siendo extorsionada y cuatro de sus trabajadores fueron asesinados por la guerrilla, así como el robo de cientos de cabezas de ganado de su finca.

El delito de estos hombres inocentes, campesinos, eran que trabajaban para la familia Botero, el dolor y el sufrimiento de esas cuatro familias me acompañarán siempre en mi mente y en mi corazón, aprovecho este momento para rendir homenaje a Carlos, Andrés, Alejandro y Francisco”, narró.

Por otra parte, Botero Maya enfatizó en que a su juicio “no todo puede quedarse en el perdón y en él lo sentimos” sino que pidió a los exintegrantes del secretariado reparar efectivamente a las víctimas, que a su juicio, no terminaron siendo la prioridad en el Acuerdo de Paz en La Habana.

Además de Botero, otro de los duros relatos de las víctimas fue el del joven de Plato, Magdalena, Jonathan Mulford, quien entre lágrimas y con la voz entrecortada se refirió al secuestro que padeció con sus hermanos y su madre, tras ser señalados como personas con capacidad económica. Luego de llegar al campamento guerrillero en los Montes de María, su madre lloró toda la noche y pidió clemencia con sus hijos, entre ellos Jonathan.

“Fue una noche angustiosa, mamá lloró toda la noche a susurros, dentro de un cambuche dormimos y al día siguiente con ese dolor de madre protectora de sus hijos les imploró nos soltaran y nos devolvieran, que ¿qué iban a hacer con esos niños en cautiverio?”, narró el exsecuestrado, quien durante la diligencia impulsó un minuto de silencio en nombre de las víctimas de ese crimen de guerra.

Es más, Mulford reveló en su intervención, que su papá presenta condiciones médicas posterior al secuestro de su esposa (madre de Jonathan) y sus hijos, por lo cual pidió una reparación integral y que el estado cese el abandono en el que tiene a muchas víctimas.