No habrá reparación si se justifica la gesta de criminales de guerra: presidente JEP
En su discurso de apertura a la audiencia de reconocimiento del antiguo secretariado de las Farc por secuestros, el presidente Eduardo Cifuentes también hizo un llamado a la implementación plena del Acuerdo de Paz.
En el marco del inicio de la audiencia de reconocimiento del antiguo secretariado de las Farc por secuestros, el presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) Eduardo Cifuentes, enfatizó en la necesidad de que los máximos responsables de crímenes de guerra respondan por esos vejámenes sin justificación alguna y sin “negacionismo”.
“Ninguna reparación es genuina sin el rechazo absoluto de la historia de transgresiones y lo que las hizo posibles. No habrá reparación si se recuerda el pasado de violaciones con orgullo, si se exaltan la vida y la gesta de los criminales de guerra y lesa humanidad, si se elogia a quienes convalidaron los vejámenes” indicó el magistrado.
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De acuerdo con Cifuentes, aunque se entienden los distintos factores sociales y políticos que dieron inicio al conflicto, así como a las Farc, los crímenes de guerra que se perpetraron “no se explican sino por la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos humanos”. “Ninguna realidad distinta a esa puede ser invocada” concluyó Cifuentes.
Además, el presidente del tribunal transicional hizo un llamado a que se implemente de forma integral el Acuerdo de Paz, expresando que las muertes luego de su firma corresponden a las falencias en su implementación.
“Sostenemos que cualquier violencia desatada luego de la firma de la paz no puede atribuirse al acuerdo si no se ha cumplido integralmente (...) pedimos reconocer la urgencia de la reforma rural integral, de la apertura democrática y quienes dejaron las armas, así como de aquellos que cooperan con la paz, de solucionar el problema de las drogas ilícitas” expresó Cifuentes.
Adicionalmente, el presidente de la JEP enfatizó en la importancia de la verdad que entreguen los comparecientes para transitar a una nueva era del país, señalando que, aunque la verdad “calcina los labios y las gargantas de los perpetradores que la profieren, sirve para recuperar su humanidad, y los coloca en la senda de la restauración de los daños que causaron”.