Policía de Ecuador califica como “accidental” la muerte de un manifestante
El manifestante cayó en una quebrada y, según la Policía de Ecuador, murió por las lesiones.
La Policía Nacional de Ecuador aseguró este lunes que no es responsable de la muerte de un manifestante que cayó en la noche del domingo a una quebrada, como así le culpan las organizaciones defensoras de derechos humanos.
El comandante del Distrito Metropolitano de Quito, Wilson Pavón, afirmó en declaraciones a periodistas que “estos casos son aislados y accidentales”, y enfatizó que “no tiene que ver con las actividades que la Policía Nacional se encontraba realizando en ese sector, en lo que a mantenimiento del orden se refiere”.
Pavón explicó que el fallecido es un hombre de 22 años que murió producto de las lesiones causadas por una fuerte caída.
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Junto a él también cayeron otras dos personas que lo acompañaban, quienes quedaron heridos de gravedad en el sector de Collas, del norte de Quito, a las 21:30 hora local (2:30 GMT del lunes).
“Estaban subiendo por la ladera de la montaña para buscar un mejor espacio, y a esa hora, en la oscuridad y la topografía del lugar, no se puede apreciar qué obstáculos y desniveles hay, y así se produce la precipitación de estas personas”, describió el coronel de la Policía.
La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos denunció este lunes en rueda de prensa que esta muerte se produjo cuando un contingente policial trató de detener a un grupo de manifestantes que trataba de ingresar a Quito procedente de la norteña provincia de Imbabura.
De acuerdo a los portavoces de la Alianza, las víctimas de la caída huían de los gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de seguridad.
Fuentes cercanas a la Policía confirmaron más temprano a EFE la muerte de esta persona, pero igualmente recalcaron que el fallecimiento no fue “en enfrentamiento” con los agentes.
Ecuador cumple este lunes una semana de protestas contra el Gobierno del presidente Guillermo Lasso por la carestía de la vida, convocadas por el movimiento indígena, que quiere concentrarse en Quito burlando el estado de excepción decretado por el mandatario y hacerse sentir con más fuerza en la capital.