Ucrania prohibió la emisión de música e importación de libros rusos
La restricción se levantará una vez que termine la guerra y Ucrania retome el control de los territorios ocupados por Rusia.
La Rada Suprema, el Parlamento unicameral de Ucrania, aprobó este domingo una ley que prohíbe la emisión de música de artistas rusos en radio, televisión e incluso la interpretación en espacios públicos, según informaron medios ucranianos.
Por ley, quedará prohibida la reproducción de obras de cantantes que son ciudadanos de un estado agresor o que estén registrados legalmente en la Federación Rusa, explicó Pavel Frolov, diputado del partido gobernante Servidor del Pueblo, en su cuenta de Telegram.
Los artistas rusos tampoco podrán actuar en giras por Ucrania, con la excepción de aquellos que hayan condenado públicamente la invasión rusa, destacaron los medios de comunicación.
Le puede interesar:
Esta salvedad también se aplicará a las obras emitidas en radio y televisión; para ello, se creará una “lista blanca” de artistas que se han distanciado del Kremlin, que será gestionada por el Consejo Nacional de Seguridad y Defensa y tendrá carácter público.
La restricción se levantará una vez que termine la guerra y los territorios ocupados por Rusia vuelvan a estar bajo control ucraniano, detalló el diario “Ukrainskaya Pravda”.
Además, la ley, que había sido presentada en el Parlamento por varios partidos, entre ellos el del presidente, Volodímir Zelenski, prevé unas cuotas mínimas de canciones en idioma ucraniano, que deberán suponer por lo menos un 40 % de las que se emitan en los medios.
Al mismo tiempo, por lo menos el 75 % del contenido informativo y de entretenimiento de la radio deberá emplear el idioma oficial del Estado, el ucraniano.
Por otro lado, Frolov anunció que la Rada ha ratificado además la prohibición de importar y distribuir productos impresos, principalmente libros, de Rusia, Bielorrusia y los territorios ocupados en Ucrania (en referencia a la península de Crimea y las repúblicas separatistas en el Donbás).
Además, para importar libros impresos en el “lenguaje del agresor” de otros países será necesario obtener para ello una licencia especial.