Las imágenes desconocidas de la exótica fiesta de Rodolfo Hernández en un yate
El candidato Rodolfo Hernández hizo un curioso paseo marítimo acompañado de dos de sus hijos, presuntos lobistas y once jóvenes mujeres.
Embarcado: las imágenes desconocidas de la exótica fiesta de Rodolfo Hernández en un yate en Miami
Colombia
Hace unos días se habían conocido unas breves imágenes del candidato Rodolfo Hernández a bordo de un lujoso yate en Miami. El tema había pasado más o menos desapercibido porque lo más atrevido que se veía era a un púdico ingeniero bailando caballerosamente “Vivir la Vida” con una muchacha de minifalda, pero hay más.
En El Reporte Coronell:
En las últimas horas, El Reporte Coronell y la revista Cambio tuvieron acceso a videos inéditos de la exótica fiesta marina y a la información de una fuente que asegura que el viaje a bordo del yate –un Azimut de 80 pies, avaluado en 4 millones y medio de dólares— fue pagado por lobistas interesados en hacer negocios con el gobierno colombiano.
Entre ellos, ejecutivos de la multinacional farmacéutica Pfizer, productora de una de las vacunas contra el COVID-19.
Esos mismos lobistas, según la fuente, cubrieron los costos de las atenciones a Rodolfo Hernández, sus dos hijos Luis Carlos y Rodolfo José y sus amigos. Atenciones que incluían la presencia de once jóvenes mujeres ataviadas con minúsculos trajes de baño que hicieron las delicias de los paseantes bailando animadamente mientras caía el sol y se hacía de noche en la paradisíaca Bahía de Biscayne en Miami.
Esto ocurrió el sábado 9 de octubre de 2021. El lujoso barco de tres pisos, cuyo alquiler vale 5.000 dólares por las primeras seis horas, unos 20 millones de pesos colombianos, zarpó de una exclusiva marina en Miami Beach y de acuerdo con la fuente fue rentado por una empresa de eventos radicada en el sur de la Florida.
Un hombre llamado Marcio Ramos Pinto, siempre según la fuente de información, actuó como el generoso anfitrión de la nave y les informó que todo lo que quisieran, absolutamente todo, estaba cubierto.
Las imágenes que ustedes ver a partir de este momento muestran el ambiente y la particular estética de la fiesta:
También dejan ver a Rodolfo Hernández hablando a señas con una de las mujeres a la que parece indicarle gestualmente que es mejor hacer silencio y no saber nada. También enseñan al candidato bailando con una de las jóvenes, quizás más cerca de lo que el decoro recomienda, entre un hombre mayor y una mujer que puede ser su nieta.
Lo último sobre la campaña presidencial:
Mientras esto sucede, suena la versión salsa del bello pasaje llanero de Simón Díaz: “Caballo viejo no puede perder la flor que le dan porque después de esta vida no hay otra oportunidad”.
En otros momentos, el ingeniero parece mirar con cierto estupor la fiesta de estruendo, brincos y pieles jóvenes, armada en la cubierta del yate en donde parece que solo él toma un whiskey. Los demás —vaya uno a saber por qué— parecen beber únicamente agua mientras saltan al ritmo del reguetón ‘Pepas’ de Farruko, cuyo estribillo repite hasta la náusea: “Pepas y agua pa’ la seca, to’ el mundo en pastillas pa’ la discoteca”.
Una de las bañistas danzantes, en una de sus contorsiones, deja ver la pantalla del teléfono que indica el día: 9 de octubre y la hora: 7:48 de la noche. Otra de ellas, cubierta apenas por un minúsculo bikini, se mueve frenéticamente mientras Luis Carlos Hernández, el hijo del candidato, el del escándalo de Vitalogic, intenta seguirle el paso sin lograrlo.
La fuente también dice que a bordo estaba Rodolfo José Hernández, otro de los hijos del candidato, quien está grabado departiendo con otros dos hombre mientras remoja los pies en el jacuzzi del lujoso bote.
No todos los hombres están identificados, pero la fuente de información señaló que entre ellos hay un alto ejecutivo de la empresa Pfizer, llamado Christopher Ariyan, gerente de la internacional farmacéutica para los países andinos. También el lobista, empresario naútico y de eventos Marcio Ramos, los colombianos Luis de la Hoz y Arón Martínez, así como alguien llamado Mauricio y a quien reconocen con el sobrenombre de “Mal ejemplo”.
Como presuntamente entre los pasajeros había un ejecutivo de Pfizer, le escribí un correo electrónico al Departamento de Relaciones con los medios de esa multinacional farmacéutica en Nueva York, pidiendo su versión sobre esos hechos. Y específicamente si confirmaban la presencia de empleados de la compañía y si ellos habían pagado los gastos del paseo.
Pfizer decidió no responder desde Nueva York sino desde Bogotá, Colombia y de manera muy astuta. Oigan esto:
- “Podemos confirmarle que ni el señor Aiyan, ni otros ejecutivos de Pfizer, en representación de esta compañía, estuvieron la semana pasada con el candidato”.
Yo nunca hablé de que el paseo hubiera ocurrido la semana pasada. Después de recibir la comunicación, insistí en que si el encuentro había sido en octubre y ya no me contestaron.
También le pregunté, por tres vías al candidato Hernández sobre estos hechos grabados y documentados. ¿Se dejó invitar por lobistas o él pagó el barco? ¿Quiénes iban a bordo? ¿Y quienes son las jóvenes? Hasta ahora, no hay respuesta. Confío en que la publicación de estas innegables imágenes motiven al ingeniero Hernández a darle una explicación a los colombianos.