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Ikea venderá sus cuatro fábricas y reducirá su plantilla en Rusia

La compañía sueca Ikea informó que sus dos oficinas logísticas en Moscú y en Minsk estarán cerradas “de manera permanente”.

Ikea venderá sus cuatro fábricas y reducirá su plantilla en Rusia

La compañía de muebles sueca Ikea anunció hoy que venderá sus cuatro fábricas en Rusia, donde además reducirá su plantilla y liquidará su inventario.

Ikea “reducirá su plantilla y comenzará el proceso de búsqueda de nuevos propietarios para sus cuatro fábricas”, señala el comunicado de la compañía, que suspendió sus ventas en este país a principios de marzo tras el inicio de la campaña militar rusa en Ucrania.

La empresa escandinava subraya, en el marco de una “nueva fase de reducción de sus operaciones en Rusia y Bielorrusia”, que sus dos oficinas logísticas en Moscú y en Minsk estarán cerradas “de manera permanente”.

Además, mantendrá suspendidas sus ventas en Rusia, por lo que “muchos trabajadores se verán afectados”.

“Para apoyar el proceso de reducción, (...) planea vender su inventario mobiliario en Rusia”, precisa la nota.

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Ikea recuerda que el 3 de marzo decidido suspender sus operaciones en Rusia y Bielorrusia debido “a la guerra en Ucrania”, pero que desde entonces garantizó “seis meses de sueldo para todos los trabajadores”.

“Desafortunadamente, las circunstancias no han mejorado y la devastadora guerra continúa. Los negocios y las cadenas de suministro en el mundo se han visto muy afectadas y no vemos que sea posible reanudar las operaciones en un futuro próximo”, comenta.

Desde el inicio el pasado 24 de febrero de la “operación militar especial” rusa en Ucrania, la práctica totalidad de las compañías internacionales han abandonado el mercado ruso.

El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió a Occidente de que sus empresas tendrán muchas dificultades para volver al mercado ruso y consideró que su salida incluso “puede ser para bien”.

Al respecto, el director de la corporación Rostec, Serguéi Chemezov, rechazó la “total sustitución de importaciones” como alternativa a las sanciones económicas occidentales y subrayó que Rusia debe seguir siendo parte del mundo global, donde es imposible progresar “sin socios internacionales”.

“No tiene sentido, es económicamente inconveniente y simplemente imposible. Eso no lo hace ningún país desarrollado en el mundo. El aislamiento, incluido tecnológico, y el intento de hacer todo con sus propias fuerzas es un camino a ninguna parte. La traición de Occidente no es motivo para cerrar ventanas y puertas”, dijo.