JEP levanta medidas de protección sobre el cementerio de El Salado
En el lugar se presume la existencia de restos de víctimas de la masacre perpetrada por los paramilitares que dejó cerca de 60 personas muertas.
Imagen de referencia de cementerio. Foto: Colprensa
La Sección de Ausencia de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) levantó las medidas cautelares que habían sido desplegadas sobre el cementerio del corregimiento de El Salado, Bolívar, luego de que se denunciara riesgo de pérdida o manipulación a posibles cadáveres de desaparecidos que permanecían incluso visibles en el camposanto.
De acuerdo con la información contenida en el expediente, se indaga si algunos de los cadáveres que permanecen allí corresponden a víctimas de la masacre de El Salado, perpetrada por el Bloque Norte de las Autodefensas, que asesinaron a 60 personas, señalándolos de ser colaboradores de la guerrilla.
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La decisión de los magistrados fue adoptada al evidenciar que las fallas en la protección del cementerio en relación con el daño de una de sus bóvedas, que dejó restos descubiertos fueron subsanadas, según lo informado por la alcaldía municipal del Carmen de Bolívar.
“...se realizaron diversas acciones consistentes en el sellamiento y reparación de las bóvedas que presentaban averías y exhibición de estructuras óseas. Se ha realizado mantenimiento del cementerio y la alcaldía ha expresado estar realizando trámites para ostentar el dominio del inmueble donde se encuentra el cementerio de El Salado” sentenciaron los magistrados.
Asimismo, se conoció que la mesa interinstitucional implementada por varias entidades y la Comisión Colombiana de Juristas ha venido activándose en beneficio de la protección del lugar. En adición, la Fiscalía y la Unidad de Búsqueda han venido avanzando en las labores de estudio del predio.
La JEP aclaró que de incumplirse sus órdenes podría ser reabierto el trámite y solicitó que sea tenida en cuenta la posición de algunas víctimas, quienes han expresado su rechazo a que se desentierren los cuerpos de sus familiares, asegurando que ellos mismos los enterraron y saben donde están, lo anterior, en el momento en que se evalúe la intervención del cementerio por cuenta de las víctimas que no aparecen.