Una máquina que imita el cuerpo humano: lo que conservó un hígado por tres días
Matteo Müller, experto Clínico de la Universidad de Zúrich, habló en La W sobre el éxito en el trasplante de un hígado conservado durante tres días fuera del cuerpo.
Una máquina que imita el cuerpo humano: lo que conservó un hígado por tres días
Científicos del Hospital Universitario de Zúrich lograron conservar durante tres días un hígado fuera del cuerpo. Se trata de un avance único en la medicina que se logró gracias a una novedosa tecnología.
Matteo Müller, experto Clínico de la Universidad de Zúrich y especialista en cirugía abdominal, conversó en La W sobre la investigación. El médico, de origen colombiano, reveló que una máquina pudo conservar el órgano, así como tratarlo.
“Lo que hicimos en los últimos siete años fue crear una máquina que imita el cuerpo humano: órganos como el páncreas, el riñón, todo lo que se necesita para vivir, funciona automáticamente”, explicó Müller.
A propósito del funcionamiento de la máquina, explicó que lograron mantener el hígado con vida, así como aplicar una alta dosis de antibióticos para tratar una infección crónica.
Sobre el comportamiento de ese órgano, el especialista explicó: “el hígado tiene la posibilidad de regenerar y lo que queremos que haga en la máquina es eso”.
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Aunque no reveló detalles sobre el donante, indicó que el paciente trasplantado sufría de cirrosis. “Tenía un carcinoma hepatocelular y después de tratamientos con quimioterapias, con un tumor que iba a crecer, no tenía otra posibilidad de recibir un órgano”, explicó el doctor.
Finalmente, contó que se necesitará más tecnología para construir otros prototipos con pacientes.
En el encabezado escuche la entrevista completa con Matteo Müller, experto Clínico de la Universidad de Zúrich.
Una máquina que imita el cuerpo humano: lo que conservó un hígado por tres días
¿Cómo conservaron el hígado por tres días?
El equipo encabezado por Pierre-Alain Clavien, del Hospital Universitario de Zúrich, logró conservar durante tres días el hígado fuera del cuerpo gracias a una máquina que realiza una técnica conocida como perfusión normométrica ex situ.
La técnica consiste en perfundir órganos dentro de un rango de temperaturas consideradas fisiológicas (de 34 a 37 grados), con lo que su funciones metabólicas están activas, y no “en reposo”, como ocurre con la perfusión hipotérmica (a bajas temperaturas), explica Bautista.
El equipo usa para ello sangre humana de banco de sangre, que “hace la perfusión aún más fisiológica, o parecida a como ocurre in vivo”.