Merecen una sepultura digna: directora de UBPD sobre víctimas del conflicto armado
Luz Marina Monzón, directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas, habla en La W sobre el reconocimiento de las víctimas del conflicto armado.
“La búsqueda debe ser reparadora”: directora de la UBPD sobre personas desaparecidas
Luz Marina Monzón, directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), habló en La W sobre el más reciente informe del hallazgo de cuerpos, de los cuales 17 fueron encontrados en municipio de Apia (Risaralda), 21 en Casanare y 38 restos de posibles desaparecidos.
Monzón explicó que, pese a que la información es cruda y amarga en términos de constatación de la muerte de muchos colombianos en el contexto del conflicto armado, “es una esperanza para las familias poder salir de la zozobra y la incertidumbre”, expresó.
Según el informe, el reporte más antiguo que se tiene es de 1974. Sin embargo, la directora de la UBPD mencionó que la acción humanitaria que se está realizando es en el cementerio de Aguazul, donde se han encontrado a personas desaparecidas del periodo entre 1996 y 2008 en Casanare.
Por su parte, en Risaralda, la acción humanitaria se está llevando a cabo en el cementerio de San José en el municipio de Apia, con cuerpos desaparecidos ingresados entre 2011 y 2016.
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Reconocimiento del cuerpo y posterior entrega
Monzón explicó que este mecanismo es crucial pues juega un papel importante en la construcción de paz en el país, razón por la que mencionó que la búsqueda de estos cuerpos debe ser reparadora.
“Esto significa que estas acciones las tenemos que hacer con los familiares, porque son familias que llevan años y años buscando, y la mayoría de las veces sin un apoyo estatal. Que la unidad sea creada para apoyar a las víctimas y acompañarlas en la búsqueda es esencial”, señaló.
Y, a su vez, resaltó: “En estas busquedas, que hemos venido desarrollando a lo largo de estos cuatro años, siempre está presente la familia para que pueda, de primera mano, darse cuenta de qué manera llegamos al lugar donde posiblemente encontramos a su familiar y que allí se puedan responder preguntas que llevan haciéndose durante tanto tiempo”.
Según explicó Monzón, para la unidad la entrega es “un acto solemne de dignificación y reconocimiento tanto a la dignidad de la víctima, que fue desaparecida y alojada en un cementerio o fosa común, como para la familia que ha luchado durante tantos años por saber qué pasó con sus seres queridos. Tener la satisfacción de darle una sepultura digna”.
Por último, en el marco de elecciones presidenciales, la directora de la unidad hizo un llamado a los candidatos para que estos casos hagan parte del plan de gobierno de cada uno.
“Estamos hablando de más de 100 mil personas desaparecidas a lo largo de 50 años, esto es un dolor y una incertidumbre que afecta la tranquilidad, la convivencia y la credibilidad en un Estado de derecho. Yo hago un llamado a los candidatos a que pongan en su agenda como prioridad este dolor, pero que también lo vean en construcción de paz y fortalecimiento del Estado de derecho y democracia”.