Economía

Abren investigación fiscal por inversiones de Ecopetrol en Perú: habría $2,4 billones en juego

La Contraloría aseguró que este fue un negocio mal planificado, que Ecopetrol adelantó dejando de lado las advertencias de consultores externos.

Abren investigación fiscal por inversiones de Ecopetrol en Perú: habría $2,4 billones en juego. Foto: Colprensa

La Contraloría General abrió una investigación fiscal por un presunto daño patrimonial por más de $ $2,4 billones que se habría dado como resultado de un negocio que realizó Ecopetrol en el Perú, al comprar a finales de 2008 el 50 por ciento de la propiedad accionaria de la sociedad Offshorte International Group (OIG) y vender la misma en enero de 2021 por menos del 5% de lo que pagó en el momento de la compra.

“La Contraloría Delegada para el Sector de Minas y Energía estableció inicialmente indicios claros de que este fue un negocio mal planificado, que Ecopetrol adelantó dejando de lado las advertencias de consultores externos sobre los riesgos que podía afrontar y, aún más la empresa que compró nunca le generó utilidades”, señaló el ente de control.

Es decir, Ecopetrol había pagado más de U$640 millones para adquirirla, ahora es vendida por menos del 5% de lo que pagó al momento de la compra.

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La Contraloría aseguró que “varias firmas asesoras externas advirtieron de los riesgos geológicos (por la limitada y deficiente información con que se disponía), legales y técnicos de la compañía a ser adquirida. Algunos de esos riesgos fueron confirmados en el informe de transición de la compañía, emitido aproximadamente cuatro meses luego de la compra por parte de Ecopetrol y su socio”.

Asimismo, aseguró que a los tres años de haberse adquirido la empresa se habían materializado varios de los riesgos advertidos por los asesores externos lo que llevó a Ecopetrol a comenzar un proceso de venta de dicha empresa en 2011 el cual no fue exitoso. Solo hasta finales de 2020 se pudo materializar la venta de la compañía, cuando todos sus indicadores financieros eran críticos.

En este mismo sentido, advirtió que “se pudo evidenciar también el bajo nivel de compromiso de los directivos en el seguimiento y control de las metas propuestas, ya que no se tomaron permanentes controles de seguimiento que permitieran realizar evaluación de la gestión y análisis de causas oportunamente, permitiendo así tomar acciones y decisiones con resultados reales”.

De este modo, la entidad remató que “si bien algunos de los factores mencionados anteriormente pueden ser dinámicos y pueden atarse al contexto político y/o económico que vive un territorio, las condiciones que en su momento eran planteadas como favorables para invertir en el Perú no coinciden con lo reportado por los asesores externos contratados para realizar la debida diligencia previo a la compra de OIG”.