La campaña clientelista de la Contraloría General para elegir al contralor de Bogotá

Bogotá

Esta historia la descubrió y empezó a contarla la periodista Luz Helena Fonseca aquí en La W. Están pasando tantas cosas y tan interesantes que vale la pena retomarla y complementarla con las novedades.

El vicecontralor general de la Nación se llama Julián Mauricio Ruíz y es la mano derecha del contralor general Carlos Felipe Córdoba. Antes de llegar a esa importante posición, era el director jurídico del ente fiscal.

Ahora quiere convertirse en contralor de Bogotá. Hubo un concurso y quedó de primero entre 119 aspirantes. Todo sería muy meritorio si no fuera porque él organizó las reglas para elegir contralores. Hecha la norma, hecho el concurso.

De esos 119 aspirantes ya solo quedan tres en la carrera. Los otros dos finalistas –¡qué casualidad! —también son funcionarios de la Contraloría de Pipe Córdoba: Luis Fernando Bueno, actual profesional especializado de la Contraloría y Sandra Patricia Bohórquez, la gerente administrativa de la Contraloría.

Así es que gane quien gane el próximo contralor de Bogotá será uno de los actuales subalternos del contralor general Carlos Felipe “Pipe” Córdoba.

El tema es que el contralor es escogido por los concejales de Bogotá y existen unos lazos llamativos:

• Ana María Restrepo, exesposa del concejal liberal Samir Abisambra, presidente de la corporación, trabaja en la Contraloría General.
• A Bleidy del Carmen Pérez, esposa del concejal liberal Armando Gutiérrez, la nombraron asesora del contralor general.
• Helen Patricia García Maya, hermana del concejal liberal Germán García Maya, fue designada directora de investigaciones especiales de la Contraloría General. Su nombramiento lo firma el contralor general Carlos Felipe Córdoba.
• Al concejal García Maya además le sucedió otro prodigio le nombraron además a Natalie Franco, con quien sostiene una bonita relación, como asesora del despacho del Contralor General.
• José Alberto Onzaga Niño fue nombrado contralor delegado para las TICs. Es hermano del concejal del Partido Verde Andrés Onzaga Niño. Su nombramiento lo firma el vicecontralor Julián Ruíz, aspirante a la contraloría de Bogotá.
• Al concejal del Partido de la U, Rubén Darío Torrado, también le nombraron a su esposa, María Teresa Roldán, asesora del despacho del contralor general. Qué cantidad de asesoras las que tiene Pipe.
• También le dieron un contrato en la Contraloría General a Estefanía Ocampo, cercana al concejal del Centro Democrático Humberto Rafael Amín, a quien todos le dicen “Papo Amín”.

Algunos aseguran que detrás de la estrategia para quedarse con la Contraloría de Bogotá hay un plan para alimentar burocráticamente a los congresistas que elegirán en julio al contralor general.

Una mano lava la otra mano. Con los puestos del Distrito se motiva a los que elegirán al contralor general, de la misma manera que los puestos de la Contraloría General se usan para elegir al contralor de Bogotá.

Pero ahí no termina esta operación. En febrero de 2024, cuando termine el período del fiscal Francisco Barbosa, la frondosa burocracia de la Contraloría podría estar al servicio de la elección del fiscal general.

Paralelamente, la Corte Constitucional estudia la exequibilidad de una ley estatutaria que permite que los abogados que aspiren a ser magistrados de las altas cortes, procurador general, defensor del pueblo, registrador nacional o fiscal general ya no necesiten tener 10 años de experiencia en el ejercicio del derecho sino simplemente ser abogados y acreditar la experiencia en cualquier profesión.

Pipe Córdoba, originalmente especialista en relaciones internacionales, se graduó de abogado en el Politécnico Gran Colombiano, además termino maestría y doctorado durante su administración. Experiencia como abogado no tiene tanta, pero para hacerse elegir no hay quien le gane.