Lituania comienza a suministrar gas a Polonia a través de un nuevo gasoducto
Los planes de las repúblicas bálticas para reducir su dependencia del gas ruso se vieron acelerados por la invasión de Ucrania.
Lituania ha inaugurado un gasoducto que permitirá a Polonia sustituir parte del gas que le ha dejado de suministrar Rusia con gas natural licuado (GNL) importado a través de la terminal del puerto lituano de Klaipeda, según informaron este lunes medios del país báltico.
El combustible regasificado comenzó a fluir el domingo por la tarde hacia Polonia a través del conducto construido por el operador lituano Amber Grid, de acuerdo con la página web de la televisión pública LRT.
La construcción de la Interconexión Gasística Polonia Lituania (GIPL) comenzó en 2015 y finalizó este año; el conducto recorre 508 kilómetros entre Jauniunai, en el sur de Lituania, y Holowczyce, en el este de Polonia.
“Éste es un hito en la historia del desarrollo de la independencia energética entre Lituania y Polonia, en particular en el contexto de la seguridad del suministro de gas”, afirmó el director ejecutivo de Amber Grid, Nemunas Biknius, según medios locales.
Está previsto que, tras alcanzar el máximo de su capacidad el próximo octubre, el gasoducto transporte a Polonia 2.000 millones de metros cúbicos de gas al año, el equivalente al 10 % del consumo anual del país.
Sobre la guerra en Ucrania:
La inauguración oficial del gasoducto tendrá lugar el 5 de mayo, con una ceremonia a la que asistirán los presidentes de Lituania, Letonia y Polonia, así como la comisaria europea de energía y varios ministros polacos y de los países bálticos.
El gasoducto estará conectado a la red y sistemas de almacenamiento de la operadora Conexus Baltic Grid, que según está previsto suplirá el total de la demanda de gas de los tres países bálticos con el GNL suministrado a través del puerto de Klaipeda.
Más adelante se conectará además a través de esta red a la terminal flotante de GNL conectada al puerto estonio de Paldiski que gestionarán Estonia y Finlandia.
Los planes de las repúblicas bálticas para reducir su dependencia del gas ruso se vieron acelerados por la invasión de Ucrania y las amenazas por parte de Moscú de cortar el suministro como represalia a las sanciones.
Los tres países han sido los primeros de la Unión Europea (UE) en poner fin a las importaciones de gas ruso, decisión que adoptaron el pasado mes de abril.