Es la quinta causa de muerte por productos relacionados al tabaco: neumólogo sobre el uso de vapeadores

En Contrarreloj de W Radio se realizó el seguimiento a las implicaciones que tiene para la salud, el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores al tener dosis mínimas de nicotina y algunas de las sustancias del tabaco.

Estos cigarrillos electrónicos llegaron al mercado con el objetivo de una alternativa menos tóxica para las personas que querían dejar de fumar, sin embargo, los jóvenes descubrieron que, según ellos, solo se trataba de una esencia con la que podían hacer “figuras de humo”, y se convirtió en una de las “modas” más seguidas por parte de adolescentes desde los 13 años de edad.

Debido a esto, se estaría creando una problemática de salud al evidenciar que hay un alto porcentaje de jóvenes consumiendo esto a diario. Y aunque, el vaper no cuente con la misma cantidad de nicotina que un cigarrillo tradicional, la sustancia mínima que trae, es suficiente para generar un vicio y necesidad que en un largo plazo podría volverse una grave enfermedad pulmonar.

El doctor Manuel Pacheco Gallego, médico especialista en medicina interna y neumología, afiliado a la Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax, habló para Contrarreloj sobre las consecuencias que tiene la salud ante el uso de estos cigarrillos.

“Es un gran reto, pero sí, sí estamos pasando por una problemática de salud pública, es la quinta causa de muerte (...) Vemos mucha publicidad que no es cierta”, dijo.

Asimismo, aseguró que aunque estas enfermedades se empiezan a ver en un período largo de tiempo, él ha tenido conversaciones con jóvenes que fuman y ha encontrado distintos síntomas.

“Cuando uno habla con los jóvenes, ya sienten más fatiga en actividades físicas, más tos”, afirmó.

“Se vuelve familiar ver a alguien sacar el aparato y fumar pensando que no es algo que hace daño, y sí es una sustancia muy peligrosa”, explicó.

Por último, hizo un llamado a todos los ciudadanos que lo utilicen, a que se informen de manera correcta, “no es muy estricto el proceso de venderlos, y la publicidad que se ve es falsa. La regulación colombiana está muy lejos de lo que se tiene que hacer”, concluyó.