¿Quién dio la orden? Reclaman las madres de jóvenes de Soacha durante audiencia de la JEP
“Siempre soñé que esto iba a pasar, es un alivio para mí como madre”, comentó Blanca Monroy, una de las afectadas por el asesinato de su hijo, haciéndolo pasar por un guerrillero.
Blanca Monroy desde hace 14 años ha trabajado por la búsqueda de la justicia y la verdad en el caso de su hijo Julián Oviedo Monroy y aseguró en la audiencia pública de la JEP en Ocaña, Norte de Santander: “yo soñaba que los militares que asesinaron a mi hijo dijeran qué había pasado con nuestros hijos. Hoy los tengo acá. Es un alivio para mí como madre saber de esta ventanita que la JEP empezó a abrir”.
“Yo estaba llena de odio. Yo decía. Yo no perdono a Uribe. Yo no perdono a Tamayo. Yo no perdono a Santos (…). Y hoy en día ya miré al señor Tamayo frente a frente. Me siento contenta de ver que yo siempre soñé que esto iba a pasar. Qué bueno que algún día las personas que mataron a nuestros hijos se paren en público y pidan perdón”, señaló Monroy.
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Flor Hernández, quien ha trabajado toda su vida desde la economía informal para sacar adelante a su familia. Desde 2008 ha buscado de forma incansable la verdad, la justicia y la dignificación del buen nombre de su hijo Elkin Gustavo Verano Hernández. También habló en la audiencia pública de la JEP.
“Hay víctimas que están desde mucho antes de estar nuestros hijos y seres queridos (…) Es duro tener que dar la cara, pero me siento orgullosa de estar en frente de estos militares que vistieron sus prendas no para orgullo de país”, les reclamó a los comparecientes, dijo Flor.
“Los vistieron y usaron para asesinar personas inocentes. Personas que no tenía nada que ver con las fuerzas o grupos al margen de la ley”, “Con respeto les digo que entreguen las cabezas principales”, les insistió. “Así como fueron capaces y se vistieron de valor para llevarse a mi hijo (…), tengan la misma capacidad de enfrentar la realidad. Ustedes mancillaron a todo el país”, agregó Hernández.
El magistrado Ramelli intervino para decir: “No resulta sencillo enfrentarse al dolor y demandas de justicia de las víctimas. Como jueces transicionales tratamos de canalizar ese dolor, llevarles algo de sanación en medio de lo que pueda hacerse en un trámite jurisdiccional”.