Comunidad retiró vehículos marcados como “carro bomba” en el Catatumbo
“Los expertos antiexplosivos estaban de vacaciones y el otro grupo esperaba la autorización”, denunció el alcalde de Hacarí, Deiby Bayona.
Un caso insólito se registró en el municipio de Hacarí, Norte de Santander; durante varios días dos busetas de servicio intermunicipal fueron ubicadas por los grupos armados irregulares, la situación impidió la movilidad y puso en riesgo a más de 500 estudiantes que debían llegar hasta el colegio San Miguel y el hogar juvenil.
Ante la falta de repuesta de las autoridades en Norte de Santander, los habitantes, líderes comunales y conductores decidieron retirar los vehículos a pesar del riesgo que significaba la maniobra.
El alcalde de Hacarí, Deiby Bayona, aseguró en diálogo con W Radio: “El pasado lunes, los grupos armados interceptan una buseta intermunicipal, la ubicaron muy cerca del casco urbano del municipio y esto dio paso a que se debieran paralizar las clases pues cerca tenemos el hogar de paso donde se encuentran más de 100 jóvenes y cerca del colegio San Miguel, inmediatamente avisamos a las autoridades Policía y Ejército apara que nos ayudaran a verificar si las busetas estaban cargadas y realizar las labores de desactivación”.
“Pasados cuatro días de incertidumbre, los presidentes de juntas de acción comunal y otros sectores hicieron el retiro de los vehículos, esta situación no es posible y que las autoridades demoren entre 10 a 15 días para lograr llegar al Catatumbo a desactivar un artefacto explosivo. Lo preocupante del caso es que anteriormente también vivimos una situación similar, con un bolso que fue dejado cerca del parque principal, en la puerta de la Iglesia allí permaneció doce días, poniendo en riesgo a la comunidad sin que nadie llegara a desactivarlo”. Señaló el alcalde
Las autoridades civiles han pedido al Ministerio de Defensa, se revisen los protocolos y actuaciones de la fuerza pública en Norte de Santander, pues no se cuenta con personal calificado para la desactivación de artefactos explosivos que son dejados por los violentos en la zona del Catatumbo.
Dos destacados integrantes de la Policía Nacional, los intendentes William Bareño Ardila y David Reyes Jiménez fallecieron el pasado 14 de diciembre en el aeropuerto de Cúcuta, cuando desactivaban cargas explosivas que habían sido dejados en el lugar.
Belkys Báez, esposa del intendente William Bareño Ardila, había denunciado en W Radio que los uniformados no contaban con los trajes especializados para cumplir con esta tarea, en la que perdieron la vida los condecorados uniformados.