¿Por qué se dice que los dirigentes del fútbol colombiano se eligen a sí mismos?
En W Radio le explicamos cómo se eligen los dirigentes de nuestro fútbol y por qué se dice que ellos mismos se eligen.
¿Por qué se dice que los dirigentes del fútbol colombiano se eligen a sí mismos?
Tras la eliminación de Colombia del Mundial de Catar 2022 ha quedado sembrada la duda en el ambiente: ¿Es tiempo de un cambio en la dirigencia del fútbol colombiano? En W Radio le explicamos cómo se eligen los dirigentes de nuestro fútbol y por qué se dice que ellos mismos se eligen.
¿Quién elige al presidente de la Federación Colombiana de Fútbol?
La cabeza más visible dentro del fútbol nacional es el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol. Ramón Jesurún fue reelegido en su cargo el pasado 17 de marzo. La decisión se tomó en el marco de la Asamblea Ordinaria de la Federación, en la que se hizo la votación de los 35 clubes y las diferentes ligas afiliadas a la entidad para elegir el nuevo Comité Ejecutivo; sin embargo, los diferentes presidentes decidieron reelegir a toda la junta directiva que venía desempeñándose.
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¿Cómo se elige el Comité Ejecutivo?
De los 7 miembros, dos hacen parte por derecho propio: el presidente de la Dimayor y el presidente de la Difutbol. Los 5 restantes también se eligen dentro de la misma asamblea en la que participan los 35 clubes y las diferentes ligas afiliadas a la entidad. Este proceso sucede cada 4 años.
¿Qué se decidió este año?
Que la presidencia de la FCF (Federación Colombiana de Fútbol) seguirá al mando de Ramón Jesurún. Además, los directivos Luis Gabriel Miranda, Elkin Arce y Juan Fernando Caicedo fueron ratificados en sus puestos. También se decidió mantener la gestión de Fernando Jaramillo en la Dimayor y de Álvaro González Alzate en la Difútbol.
Y entonces, ¿por qué se dice que se eligen a sí mismos?
Porque aunque todas las elecciones son por Asamblea, en esas asambleas votan los mismos que dependen directamente de las cabezas del fútbol del país, por lo cual, un voto en contra podría tener repercusiones económicas y pérdidas de privilegios previamente acordados entre las partes.