Internacional

La UE posterga nuevas sanciones contra Rusia, mientras EE.UU. y Reino Unido las aceleran

La UE volvió a pedir hoy a Moscú que cese los ataques, permita la creación de corredores humanitarios para evacuar a civiles, dé acceso a la ayuda humanitaria y libere a los rehenes.

Unión Europea. Foto: Getty / Daniel Day

La Unión Europea (UE) evitó hoy concretar un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, mientras Estados Unidos y el Reino Unido anunciaron más represalias contra Moscú, cuando se cumple un mes del inicio de la invasión de Ucrania.

El objetivo del maratón de cumbres en Bruselas, que empezó con una reunión de la OTAN, siguió con otra del G7 y terminó con un Consejo Europeo donde participó como invitado excepcional el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, era poner de manifiesto, una vez más, la unidad sin fisuras de los socios occidentales contra Vladimir Putin.

Los líderes europeos mantuvieron un debate de hora y media con Biden, en el que se insistió en la necesidad de que Washington y los 27 se mantengan “unidos” y “alineados en sus sanciones” y se abordó en particular la crisis humanitaria generada por el conflicto, según explicaron fuentes europeas.

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En las conclusiones aprobadas al final de la cita, la UE volvió a pedir hoy a Moscú que cese los ataques, permita la creación de corredores humanitarios para evacuar a civiles, dé acceso a la ayuda humanitaria y libere a los rehenes.

Washington y la UE también reflejaron en un comunicado su “disposición a adoptar medidas adicionales y detener cualquier intento de eludir las sanciones”, pero no se concretaron nuevos correctivos, tras cuatro paquetes de castigo contra la economía rusa. Fuentes europeas, no obstante, señalaron que la UE trabaja en más sanciones, pero a futuro.

“Además, se deben intensificar los esfuerzos para coordinar las respuestas contra la evasión de sanciones”, señalan la Comisión Europea y la Administración estadounidense que no hace mención específica a China, si bien el papel de Pekín estuvo presente en el debate, a una semana de que Bruselas y Pekín celebren una cumbre virtual, el 1 de abril.

También intervino en la cumbre, por videoconferencia, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien agradeció a los países occidentales su apoyo “militar y humanitario”, según fuentes comunitarias, pero pidió más sanciones contra Moscú y, en concreto, contra el sector energético que alimenta la maquinaria de guerra de Putin.

Petróleo, carbón y gas

Pese a la sincronización transatlántica, la Unión Europea no quiere, sobre todo, prohibir las importaciones de hidrocarburos rusos como ha hecho Estados Unidos.

Países como Polonia, Finlandia o los bálticos, fronterizos con Rusia, sí quieren avanzar por la línea más dura para poner fin cuanto antes al conflicto.

Pero la mayoría de los 27 cree que sería contraproducente pues la lógica de los correctivos es que hagan más daño al sancionado que al sancionador y que se puedan sostener en el tiempo.

“No es realista, pero no sólo para Austria, tampoco para Bulgaria, Chequia, Eslovaquia o Hungría, todos los que estamos de alguna forma afectados por el gas ruso”, declaró el canciller austríaco, Karl Nehamer.

Estados Unidos es un productor de energía cuyas importaciones rusas son marginales (un 8 % de petróleo y refinados, un 5 % de carbón y un 0,5 % de gas en 2021) mientras que los combustibles rusos tiene un peso fundamental en el engranaje productivo de la UE (27 % de petróleo, un 46 % de carbón y un 40 % de gas).

“No estamos en guerra contra nosotros mismos”, dijo el primer ministro belga, Alexander de Croo, cuya posición coincide con la de Luxemburgo, Irlanda, Países Bajos o Alemania, país que considera que prohibir los hidrocarburos rusos supondría lanzar a la UE a una recesión económica.