Grandes dudas sobre la transparencia en la selección de aspirantes a contralor general

Colombia

La Constitución Política establece que el contralor general de la República debe ser elegido durante el primer mes de sesiones del nuevo Congreso y que su período de cuatro años debe coincidir con el del presidente.

Es decir, al contralor lo tendrá que escoger no el actual Congreso, sino el que resulte de las elecciones del próximo domingo 13 de marzo. La elección tendrá lugar en el mes de agosto.

Por eso, resulta tan llamativo que el Gobierno de Iván Duque esté pisando el acelerador para armar desde ya –cinco meses antes— la lista de elegibles.

¿Será que el saliente presidente Iván Duque quiere asegurarse de que en la lista solo queden potenciales contralores que le guarden la espalda por si la realidad de las urnas termina pareciéndose a lo que están indicando las encuestas? ¿O mejor que ya tiene un candidato claro que le quiere imponer a su sucesor?

Hablemos claro. El favorito del presidente Iván Duque para el cargo de contralor general se llama Luis Alberto Rodríguez Ospino, un joven vallenato que fue viceministro de Hacienda y director de Planeación Nacional.

El señor Rodríguez es obra del tristemente recordado ministro Alberto Carrasquilla, hoy codirector del Banco de la República.

Este joven carrasquillista y duquista también tiene el respaldo del controvertido presidente del Senado, Juan Diego Gómez.

También hay siete altos funcionarios de la actual Contraloría que aspiran a suceder a su jefe Carlos Felipe Córdoba.

Bueno, pues en el afán de cerrar rápido la lista de elegibles están pasando cosas que merecen alguna explicación.

Hace cinco días, la Universidad Industrial de Santander envió a los presidentes de Senado y Cámara, un listado de 20 personas –exactamente 20— que fueron los únicos de casi 200 aspirantes que aprobaron el examen de conocimientos.

Ese examen de conocimientos se realizó el 28 de febrero en el Hotel Tequendama de Bogotá. Los aspirantes subieron por parejas al piso 17, con cédula en mano, y les hicieron dejar todas sus pertenencias.

De ahí los llevaron a un salón donde la silla no se podía escoger al azar, sino que tenía nombre y apellido. Algo más: el formulario del examen también estaba marcado con nombre, apellido y cédula.

El contenido de la prueba curiosamente parecía hecho a la medida para escoger no un contralor general sino a un director de Planeación Nacional. Les preguntaban funciones del Departamento de Planeación Nacional, programas de desarrollo manejados por Planeación. En fin, parecía un examen con dedicatoria.

En El Reporte Coronell tenemos comunicación con uno de los aspirantes al cargo de contralor general de la República que presentó el examen. Es una persona que cumple con todos los requisitos y que ha ocupado sin ninguna tacha varios cargos públicos. Él prefiere no ser identificado.

Luis Alberto Rodríguez Ospino, de Valledupar, conservador, carrasquillista y duquista, exdirector de Planeación Nacional, es el candidato del Gobierno saliente.

Los otros con chance de volverse contralor general son subalternos del actual contralor Pipe Córdoba, les nombro a algunos:

• María Fernanda Rangel, hoy directora de información, análisis y reacción de la Contraloría.
• Luis Carlos Pineda, actual contralor delegado para la Participación Ciudadana.
• Julio César Cárdenas, ex vicecontralor general encargado.
• Sebastián Montoya, el contralor delegado para Defensa, Seguridad y Justicia, el que dijo que, salvo una gotera, todo estaba bien en la cárcel con Carlos Mattos.
• Aníbal Quiroz, contralor delegado para Regalías.
• Juan Carlos Gualdrón, contralor delegado para el Posconflicto.
• Mónica Certain, contralora delegada Anticorrupción.

Hay enormes dudas sobre este proceso.

¿Ante quién nos quejamos? ¿Ante la procuradora Margarita Cabello Blanco, elegida con el apoyo del senador Eduardo Pulgar cuando ya era público su intento para sobornar un juez? ¿O ante el presidente de la Comisión de Ética del Congreso, el senador Laureano Acuña, quien es conocido como el ‘Gato Volador’ y es el artista de la compra de votos?