Denuncian racismo hacia refugiados extranjeros que intentan salir de Ucrania en medio del conflicto
Alexander Somto, estudiante nigeriano que se encontraba en Kiev, habla en W Fin de Semana sobre sus denuncias de racismo en sus redes sociales.
Ucrania
En una estación de Kiev (Ucrania), en medio de la evacuación que se adelanta ante la invasión rusa que se desató desde el pasado 24 de febrero, las autoridades fronterizas impidieron a un grupo de mujeres africanas abordar un tren, argumentando que solamente dejaban entrar ucranianos.
Este hecho fue denunciado por Alexander Somto, un estudiante de nacionalidad nigeriana que se encontraba en Kiev y que conversó con W Fin de Semana no solo sobre su travesía para huir de la guerra en esta región del mundo, sino, especialmente, acerca de las denuncias sobre discriminación y trato desigual con respecto a los refugiados ucranianos.
Cabe señalar que, hasta el momento, más de 800.000 personas han salido de Ucrania, en su mayoría mujeres y niños, y las cifras aumentan considerablemente cada día. Sin embargo, entre quienes buscan huir de la guerra también se encuentran estudiantes, residentes extranjeros e inmigrantes africanos, asiáticos y de otras partes del mundo.
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Así, sobre estos actos discriminatorios que denuncia Somto, el estudiante advirtió que a las personas de origen africano las estaban separando bajo el argumento de que no podían ingresar. Posteriormente, tras recibir insultos por parte de los policías, se inició una protesta en la que fue tumbada una barricada y terminaron durmiendo en la estación de trenes, sin la posibilidad de cruzar la frontera.
Por ello, Somto enfatizó en que “no se puede ocultar el sol con una mano” y ocultar el racismo latente que existe en Europa, por lo que sostuvo que necesitan protestar y hacer eco de estas denuncias.
Por último, el estudiante contó que, después que la noticia se conoció en distintos medios, aparecieron los gobiernos de sus países, quienes enviaron aviones para ayudarles a cruzar la frontera con Polonia.
No obstante, antes de hacerse masivas las denuncias, los gobiernos africanos nunca contestaron los llamados de los ciudadanos africanos, pues no les habían colaborado con anterioridad.