Rusia intensifica ofensiva en Ucrania con bombardeo contra Járkov y asedio en Mariúpol
A pesar de las sanciones contra Moscú, las tropas bombardearon el centro de Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania.
Rusia intensificó el martes la ofensiva en Ucrania con el envío de un enorme convoy militar hacia Kiev, un duro bombardeo contra la segunda ciudad de país Járkov, y un asedio contra el puerto de Mariúpol, después de un primer ciclo de negociaciones infructuosas y pese a la multiplicación de las sanciones contra Moscú.
En el sexto día desde que Rusia lanzó la invasión contra su vecino, la ONU estima que más de 660.000 personas han huido de Ucrania. La situación “parece camino a convertirse en la crisis de refugiados más grande de Europa en este siglo”, afirmó la portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR).
Este martes, las tropas de Moscú bombardeaban el centro de Járkov, una ciudad de 1,4 millones de habitantes no lejos de la frontera con Rusia.
El gobernador regional Oleg Sinegubov informó que los proyectiles están impactando la sede del gobierno local y también acusó al ejército ruso de usar “armas pesadas contra la población civil”.
Las fuerzas rusas se “reagruparon” con vehículos blindados, misiles y artillería para rodear y capturar Kiev, Járkov, Odesa, Jérson y Mariúpol, denunció la presidencia de Ucrania.
En Mariúpol, los ataques dejaron sin electricidad a este importante puerto ubicado en el mar de Azov informó el gobernador de la región, que indicó que la localidad vecina de Volnovaja, donde viven 20.000 habitantes, quedó casi “destruida”.
Estas dos ciudades están entre el territorio que controlan los rebeldes separatistas prorrusos del este y la península de Crimea, que fue anexada por Moscú en 2014, y las tropas rusas intentan unir estos dos territorios.
Por su parte, el comandante de las fuerzas separatistas del territorio prorruso de Donestk, Eduard Basurin, indicó que Mariúpol “quedará cercada por completo” este martes, y que sus tropas permitirán que los civiles salgan a través de “dos corredores humanitarios” abiertos hasta el miércoles.
Las imágenes de satélite de la empresa estadounidense Maxar captaron durante la noche una columna de más de 60 kilómetros de vehículos y artillería rusos que avanzaban en dirección de la capital Kiev.
La avanzada de este convoy estaba ya cerca del aeropuerto de Antonov, a cerca de 25 kilómetros de Kiev.
Las milicias ucranianas erigieron en la capital improvisadas barricadas y programaron los carteles electrónicos de las carreteras para advertir a los rusos que serán “recibidos con balas”. Sin embargo, una parte de los milicianos huyó junto con el multitudinario éxodo de civiles.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski dijo este martes que la defensa de Kiev es la “prioridad” y calificó de “crimen de guerra” a los bombardeos en Járkov.
En el frente sur, el ejército ruso avanzó hasta las puertas de Jersón y comenzó a instalar puestos de control en la entrada, denunció Igor Kolikhayev, alcalde de la ciudad, que intentó dar ánimo a la población y la llamó a la “calma” y a no “provocar” al enemigo.
“Esta no es una batalla, es una guerra. Y la guerra se gana con actos razonables y con sangre fría”, insistió el alcalde.
El balance del conflicto, en tanto, es incierto y la ONU reportó 102 muertos entre los civiles y 304 heridos, pero reconoce que el balance puede ser mayor.
Ucrania informó que han muerto 352 civiles y que 2.040 fueron heridos y reivindica que abatió a miles de soldados rusos.
Las fuerzas rusas no han publicado ningún balance de lo que califican como “operación militar especial”, pero reconocieron que sufrieron bajas.
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“Destrucción” económica de Rusia
Ante el avance de los rusos, Zelenski, instó el martes a la comunidad internacional a vetar a Rusia de “todos los puertos” y “aeropuertos del mundo”, un llamado recogido por el gigante danés de transporte marítimo Maersk que anunció la suspensión de los viaje a puertos rusos.
Zelenski, que hablará este martes ante el Parlamento Europeo tras haber pedido la víspera que su país ingrese a la Unión Europea (UE) a través de un “procedimiento especial” afirmó que busca una “destrucción económica” de Rusia, en un momento en que las sanciones adoptadas por Estados Unidos, Europa y los países aliados tienen una magnitud histórica.
Las medidas punitivas incluyen un cierre del espacio aéreo a los aviones rusos en toda la UE, una exclusión de un importante sistema internacional de transferencias financieras y sobre todo sanciones contra el presidente ruso y su círculo, incluyendo a los empresarios afines.
En este embate, Suiza rompió su tradicional neutralidad y anunció que se sumó a las medidas adoptadas por Europa y Estados Unidos.
“Estamos dispuestos a intensificarla y mantenerla tanto tiempo como sea necesario”, dijo este martes el primer ministro británico Boris Johnson, de visita en Polonia.
La presión abarca todos los frentes. El Comité Olímpico Internacional recomendó la exclusión de Rusia de todas las competiciones. Entre otras medidas, Rusia quedó fuera del Mundial de fútbol y de la federación de rugby, y este marte perdió la sede del Mundial de voeibol.
Además, los gigantes audiovisuales Disney y Sony Pictures anunciaron la suspensión del estreno de sus películas en Rusia por la invasión.
Las primeras negociaciones entre ambos bandos, celebradas en la víspera en Bielorrusia, no culminaron en ningún tipo de alto el fuego y las delegaciones volvieron a sus capitales para realizar consultas y no hay una fecha para el próximo encuentro.
Este martes, el presidente de Ucrania denunció una “evidente” sincronización entre los ataques y el proceso de negociaciones.
De su lado, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, indicó que Putin fue informado de las conversaciones pero que es demasiado pronto para “evaluar” el resultado del diálogo.
Boicot en la ONU
Rusia afirmó que continuará su ofensiva en Ucrania hasta que logre sus objetivos, anunció el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu.
El ministro afirmó que su país quiere una “desmilitarización” y la “desnazificación” de Ucrania, así como proteger a Rusia de la “amenaza militar creada por los países occidentales”.
La guerra en Ucrania fue protagonista de una sesión extraordinaria de urgencia de la Asamblea General de la ONU en la noche del lunes en la que numerosos países exigieron el fin de la “insensata” invasión rusa.
“¡Basta ya! Los combates deben cesar”, lanzó el secretario general Antonio Guterres en la apertura de la reunión.
Al margen de la cita en la ONU, Estados Unidos anunció la expulsión de 12 “agentes de inteligencia” de la misión diplomática de Moscú por realizar “actividades de espionaje”.
El martes en la sede la ONU en Ginebra, numerosas delegaciones, entre ellas la de Ucrania y los países occidentales, boicotearon la intervención online del canciller ruso Serguéi Lavrov una conferencia de Desarme y en la sesión del Consejo de Derechos Humanos, dejando la sala casi vacía.