Las claves sobre la despenalización del aborto en Colombia hasta las 24 semanas de gestación
Carlos Alberto Ramírez, de la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología, aseguró en La W que es un acierto para la salud pública el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo sin barreras.
Las claves sobre la despenalización del aborto hasta los seis meses de gestación
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Las claves sobre la despenalización del aborto hasta los seis meses
Colombia
Después de numerosas trabas a un proceso marcado por las recusaciones e impedimentos, el pasado 21 de febrero de 2022, en el marco de una sesión extraordinaria, la Sala Plena de la Corte Constitucional tomó la decisión de despenalizar el aborto en Colombia hasta la semana número 24 de gestación, es decir, seis meses.
De este modo, se declaró la exequibilidad condicionada del artículo 122 del Código Penal, en donde establece que “la mujer que causare su aborto o permitiere que otro se lo cause, incurrirá en prisión de 16 a 54 meses”.
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Así, tras cumplirse la semana 24, se aplicará la penalización para quienes practiquen el aborto por fuera de las tres causales permitidas desde 2006: malformación del feto, peligro de vida de la madre y violación.
En el marco de esta decisión de la Corte, W Radio conversó con Carlos Alberto Ramírez, secretario general de la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología, quien brindó su perspectiva sobre el punto de vista médico y aseguró que, desde su gremio, el acceso de las personas gestantes a la interrupción voluntaria del embarazo sin barreras es un acierto para la salud pública.
Sobre el riesgo de complicaciones al practicar un aborto, Ramírez aseguró que el porcentaje es muy bajo cuando el procedimiento se realiza de forma legal, por parte de personal calificado y contando con todas las garantías.
Así, acerca de lo que cambia a partir de ahora con esta decisión, el médico aseguró:
“No son solo las objeciones de conciencia de los médicos, sino las barreras propias del sistema, de las aseguradoras y del sistema de salud. También el estigma social al que se someten las personas que deciden interrumpir voluntariamente su embarazo y que lleva a que busquen alternativas fuera del sistema (…) las condiciones de vulnerabilidad, inequidad y acceso llevaban a una gran cantidad de barreras que, a la luz de la normativa, podrán acceder de forma más equitativa”.