Inyectan vitamina C en festivales para evitar una “mala traba”
En sus redes sociales, la empresa asegura que la vitamina supuestamente da energía para la fiesta y, además, la persona “se siente mejor al aplicársela”.
Denuncian que inyectan vitamina C en festivales para evitar una “mala traba”
Colombia
La W conoció que, en Circo Loco, un festival de música electrónica que se llevó a cabo este fin de semana en Bogotá, se instaló una carpa de la empresa Centro de Recuperación donde les ofrecían a los jóvenes inyecciones de vitamina C para reducir los efectos negativos del consumo de drogas psicoactivas.
En sus redes sociales, la empresa promocionaba este servicio como una ayuda para “el party y el post party”, asegurando que la dosis supuestamente daba energía para la fiesta y, además, la persona “se siente mejor al aplicarse la vitamina C”.
En las redes sociales de la empresa, una de las usuarias asistentes al evento, quien se aplicó una dosis de vitamina C, afirmó: “Me siento mejor, venía algo decaída, comí algo que me sentó mal, pero ya me siento mucho mejor (…) espero que esta noche me sienta bien y que mañana no tenga guayabo”.
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Sin embargo, llama la atención que Ana María Rubio, propietaria de la empresa Centro de Recuperación, le aseguró a este medio que su presencia en el festival fue para la prevención de contagio de COVID-19.
Cabe señalar que algunos de los asistentes que se comunicaron con esta emisora se preguntaron si efectivamente la sustancia aplicada era vitamina C, si el stand contaba con permiso de las autoridades locales y, además, si la empresa contaba con el historial médico de quienes recibían las inyecciones.
Ante esto, La W contactó al organizador del festival, Sebastián Rivera, quien aseguró que cuentan con un equipo profesional que vigila todo lo que sucede en sus fiestas: “Nuestra plataforma de entretenimiento está enfocada en el bienestar de nuestros usuarios”, aseguró. Sin embargo, Rivera no aclaró si las inyecciones eran para controlar los efectos de las sustancias psicoactivas o para tratar el COVID-19.
¿Qué opinan los expertos?
En diálogo con La W, Julián Quintero, del proyecto llamado ´Échele Cabeza Cuando Se Dé En La Cabeza ́, explicó que, aunque este tipo de prácticas no las han promovido desde la organización, sí son una tendencia mundial.
“Este servicio sí funciona y está enfocado en lo que se llaman los “espacios de bienestar” en las zonas de rumba. A lo que apunta es a que las personas, cuando están en una descompensación o un efecto adverso por el consumo de sustancias, puedan acercarse a este tipo de espacio a recuperarse”, indicó Quintero.
Las inyecciones solo pueden ser aplicadas por profesionales
Quintero explicó que este tipo de inyecciones deben ser aplicadas únicamente por profesionales idóneos, como médicos y enfermeros, quienes deben contar con los permisos institucionales.
“Una cosa es inyectar a una persona que está deshidratada por una maratón, y otra es inyectar a una persona bajo un estado alterado de conciencia, bajo un “mal viaje”. No solo por las condiciones físicas y el comportamiento de las venas según la sustancia, sino que la experiencia puede ser traumática para alguien que esté drogado”.
A su vez, el investigador advierte que no basta con ser experto en inyectología: “Hay que tener conocimiento sobre cómo tratar a personas que están mal viajadas y por eso el llamado es a que se exploren metodologías orales para evitar esta situación traumática”.
Todos estos eventos deben tener un Puesto de Mando Unificado (PMU), que debe certificar que se tengan todos los permisos de las autoridades locales.
¿Cómo son las zonas de recuperación sin inyección?
Son espacios amplios, muy ventilados, con suministro de oxígeno, suero y bebidas calientes.
“Lo que hacemos es generar una zona relax a donde llegan las personas que empiezan a tener estos síntomas. Por ahora, solo tenemos procesos orales y se atienden personas que no han llegado a una crisis toxicológica y que se están sintiendo mal”, explicó Quintero.