Campesinos de 25 municipios de Boyacá están migrando al cannabis medicinal

Omar Alexander Ramírez, es productor de tomate en Sutamarchán, dice que la producción se ha tornado compleja por los costos de insumos, semillas, materias primas para la construcción de invernaderos y venta en el mercado.

Don Omar pide al Gobierno Nacional tomar medidas que permitan un equilibrio y estandarización de los precios de los insumos. “Es muy triste ver personas que a través de los créditos en almacenes y en los bancos empiezan a perder sus cosas, a vender sus carros, sus fincas porque no encuentran una salida”.

Ante esa crisis en el sector del tomate, se están buscando alternativas en el cannabis medicinal buscando optimizar recursos, oportunidades, ingresos y mejor calidad de vida para los agricultores.

“Estamos en las socializaciones y en las capacitaciones de las diferentes empresas de cannabis que nos han venido dando. Buscando agricultores que estén interesados en el tema y las diferentes etapas de producción del cannabis”, narra el señor Ramírez.

Dice que están “bregando” a incursionar en estas empresas que han comenzado a llegar a la zona buscando las características de luminosidad, temperatura y suelos.

Según Ramírez, la producción y venta de tomate en este momento está en un punto de equilibrio y llegando a $40.000 la canastilla de 22 kg, pero hace unos días estuvo a $18.500 lo que generó pérdidas para los agricultores. “Eso es lo que nos está obligando a buscar alternativas”

Jeison Bernal, productor de cannabis medicinal, antes se dedicaba a los cultivos de papa en Sogamoso, sin embargo, las pérdidas eran constantes.

“Efectivamente para el año 2020 se siembra papa y no dan los precios, los costos de producción son muy altos, el rendimiento muy bajo y los precios a la venta están por el suelo. Se perdió una inversión hasta de $10 millones”, cuenta.

Entonces Ramírez decidió indagar, conocer el auto cultivo de cómo se expresa, sus estados dependiendo la temperatura y de esa manera apostar todo su esfuerzo al cannabis, está en su primera cosecha, inicialmente quiere que su familia y comunidad conozcan de las bondades como producto para la salud y rentabilidad económica.

“Las labores son más básicas, menos gastos de insumos y comparándolo con la papa, que requiere muchas aplicaciones químicas para el control de plagas y enfermedades, en el caso del cannabis no nos afectan las enfermedades”, narra.

Reconoce que es viable para negocio, pero se requiere de incentivos y políticas que puedan ayudarlos a producir el cannabis como un medio económico.

“La idea es transformar el producto y no quedarse con el producto en bruto como ya nos pasó con la papa, el frijol, arveja que nos tienen quebrados, así como las frutas que no se transforman”, dice Ramírez.

- Denuncian efectos negativos en el momento de la producción para habitantes y animales

El proyecto del cannabis no le llama la atención a todo el mundo, por el contrario, en Villa de Leyva una asociación de campesinos cuenta las afectaciones para la salud y el medio ambiente.

“Unos invernaderos que se necesita una iluminación muy fuerte en horas de la noche que altera la paz y la tranquilidad de nosotros los campesinos. (…) La iluminación altera todos los ciclos de los animales de las personas porque no duermen las vacas ni cumplen sus ciclos así como las aves migratorias con la iluminación”, dice uno de los campesinos que pide no revelar su nombre.

Dice que el cannabis medicinal no es la “maravilla que están presentando al país” como una opción de empleo, es “un espejismo que no corresponde a la realidad”.

“Hay un cultivo de marihuana en la vereda de Sabana Baja y en una vereda de Gachantivá donde somos muchas familias adultos mayores y niños que deben acostarse temprano, pero toda la vereda se ilumina, entonces no queremos ese cultivo”, dice.

- No es tan fácil producir cannabis medicinal

Jorge Bernal, director de cultivo de empresa de cannabis medicinal, reconoce que pasarse de un cultivo tradicional a uno de cannabis, no es tan sencillo porque se debe contar con una licencia que tiene un costo, se debe armar un proyecto, así como construir una infraestructura física para poder tener una excelente flor.

“No es igual tener dos hectáreas de papa a campo abierto que tener el invernadero con cannabis medicinal, la inversión está bastante alta. Hay empresas en Colombia que llevan 10 años, y no han podido sacar el primer tramo de cannabis medicinal a otros países”, dice Bernal.

Danilo Pérez representantes de cannabis en el municipio de Sogamoso, dice que el proceso no es fácil porque requiere de permisos del Ministerio de Justicia, secretarías de desarrollo de Boyacá y del municipio.

Nuestro principal producto es un aceite medicinal de fácil aplicación para personas con enfermedades oncológicas ese lo producimos a demanda con la comunidad y son personas de la tercera edad.

Dice que todos sus productos son avalados por buenas prácticas de agricultura. “Adquirir este tipo de material no es fácil, requiere mucho conocimiento, personas capacitadas, nosotros producimos todos nuestros insumos de manera orgánica artesanal y tratamos de producir el cannabis de forma medicinal”.

- Es momento de crear la cadena de cannabis

La secretaria de Agricultura de Boyacá, Eliana Pérez, confirmó que son 25 municipios de las provincias de Tundama, Sugamuxi, Ricaurte y Norte donde la producción de cannabis se está iniciando para pequeños productores.

“La idea es que también nosotros en conjunto con los cultivadores se pueda crear la cadena de cannabis en el departamento y eso nos permite hacer nosotros unos programas de difusión y promoción del cultivo”, explica Pérez.

El llamado desde la Gobernación de Boyacá es hacer rotación de cultivos y que ofrezcan una salida comercial para lo que se está sembrando, Pérez considera que la agricultura debe continuar. “No significa que se vaya a dejar de producir alimentos porque tampoco se pueden hacer en todos los municipios”.