Judicial

Farc trató a los militares y policías secuestrados como esclavos: duro concepto ante la JEP

La Corporación MilVíctimas presentó sus observaciones ante la jurisdicción, criticando fuertemente la posición adoptada por el antiguo secretariado de no aceptar la imputación en su contra.

Secuestro en Colombia / imagen de referencia. Foto: Colprensa

La Corporación MilVíctimas presentó ante la Sala de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sus observaciones a la imputación por esclavitud en contra del secretariado de las extintas Farc, la cual ha sido rechazada por los excomandantes de la guerrilla en reiteradas oportunidades.

De acuerdo con la corporación, es reprochable que los excombatientes estén descalificando la imputación proferida por la JEP cuando los magistrados presentaron bases suficientes para acreditar que la conducta existió y los comparecientes tienen responsabilidad.

“Cuestionar los elementos de tipo objetivo o subjetivo en este estadio solo desgasta el funcionamiento de la jurisdicción y afecta los derechos de las víctimas, por lo que no deben olvidar los comparecientes que en todo caso, es el Tribunal Especial para la Paz quien contrasta la correspondencia entre los hechos y la conducta que se exponga en la resolución de conclusiones”, indicaron.

Lea también

Pero en su concepto la corporación fue más allá y señaló que no solamente en el caso de los civiles sino también en los militares y policías se presentaron escenarios de esclavitud impuestos a ellos durante el cautiverio, como por ejemplo usarlos para “intercambio” cosificándolos.

“Así mismo, y como una cosa, pretendieron hacer uso, goce, disfrute y disposición, con esta población a través de trueques o intercambios, viéndose la voluntad de los militares y policías víctimas totalmente anulada”, expresaron.

Y trayendo a colación lineamientos de la OIT, la Corporación manifestó que los trabajos forzados que padecieron los soldados y policías fueron adelantados bajo un contexto de amenaza, tratándolos como “esclavos” e imponiéndoles tareas forzadas.

“De ahí que los secuestrados de guerra de la fuerza pública fueron tratados como esclavos para intercambio por guerrilleros, ejerciendo además trabajos forzados, los cuales han sido indicados en los diversos relatos de nuestros prohijados, en donde dan cuenta de que fueron obligados a trabajos tales como realizar los chontos (Zanjas cavadas en los suelos de las Selvas), las letrinas y las enramadas donde dormían”, sentenciaron.