Unión Sindical Obrera pidió a la JEP conocer la verdad sobre crímenes contra sus líderes
En el informe presentado ante el Tribunal algunas víctimas contaron sus relatos. Entre ellas habló la esposa de uno de los líderes, asesinado por paramilitares y un contratista de Ecopetrol.
La Unión Sindical Obrera del Petróleo (USO) presentó ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) el informe “Sindicalismo en la mira, estado fallido”, el cual retrató distintos crímenes que por décadas sufrió ese movimiento sindical a manos de paramilitares y/o agentes estatales o terceros.
De acuerdo con el contenido del documento y lo revelado durante su presentación como víctima colectiva, entre los casos que fueron entregados a la jurisdicción se tuvieron en cuenta asesinatos, homicidios, amenazas, exilios, secuestro y tortura, desapariciones forzadas así como según ellos, “violencia empresarial”.
Dentro de los conmovedores relatos que se conocieron durante la ceremonia de entrega del informe estuvo el de Yolanda Corzo, esposa del tesorero de esa unión sindical en Barrancabermeja, Rafael Torrá, el cual fue asesinado el 20 de marzo del 2002 por paramilitares, entre ellos Omar Monsalve alias “El Padrino”, integrante de las AUC y paralelamente contratista de Ecopetrol.
“Puro motivos económicos-personales no otros, fueron los que idearon y desencadenaron el accionar delictivo del empresario contratista de Ecopetrol” se lee en uno de los fallos en su contra.
El pedido particular durante la entrega del informe fue conocer la verdad de los determinadores de muchas de esas victimizaciones. Uno de los relatos en ese sentido fue el de Natalia Wallens, esposa de William Wallens, extrabajador de Ecopetrol. Natalia solo recuperó el cuerpo de William ocho años después de los hechos.
“Llegaron las audiencias, me presenté y le pregunté a “el oso” y me dijo que sí lo habían matado, y le pregunté que si había gente implicada en la muerte de William, pero me dijo que eso le tocaba decirlo al jefe de ellos. Les dije que yo quería saber. “ZC” me dijo que eran trabajadores de la empresa, más nada y que ahí en eso había un gran mando de Ecopetrol, pero que ya le correspondía decir a el jefe “Mauro” manifestó.
La Oficina para los Derechos Humanos en Colombia por medio de su representante, Juliette de Rivero, expresó su solidaridad a las víctimas y pidió que se esclarezcan todos los responsables de los ataques a ese movimiento sindical.
Asimismo, en las peticiones de los líderes sindicales, solicitaron tener conocimiento de archivos de inteligencia para conocer cuáles fueron las causas para proceder al asesinato o desaparición de muchas de las víctimas contenidas en el documento. También que se abra un macro caso de investigación sobre violencia sindical.