30 años del fallido golpe de Estado en Venezuela: el día en que Hugo Chávez fue conocido en el mundo
La W reveló conversaciones con el fallecido Hugo Chávez y el expresidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez sobre el intento de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992.
La W revivió el fallido golpe de Estado del 4 de febrero de 1992. Se trata de una fecha que marcó el inicio de un nuevo capítulo para Venezuela después de que Hugo Chávez, un militar hasta entonces desconocido, se presentara ante el mundo.
Justamente en La W se revivieron las conversaciones que se lograron para la época con Hugo Chávez y el entonces presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez. En diálogo con Julio Sánchez Cristo narraron lo que ocurrió en esa ocasión
“El pueblo venezolano como el colombiano sigue luchando, estoy en Barinas. Lo que nos motivó a una generación militar a insurgir era por una dictadura, un pequeño grupo que nos condujo a una situación dramática”, dijo Chávez en su momento.
A su turno, Pérez narró cómo transcurría el fallido golpe de Estado. “Hemos pasado un rato desagradable, nos abochorna que un grupo de militares minoritario nos ponga de esta manera ante el mundo en un país de democracia y libertades”, indicó el entonces presidente de Venezuela.
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¿Qué pasó el 4 de febrero de 1992?
El 4 de febrero de 1992 el nombre del entonces teniente coronel Hugo Chávez se hizo familiar para los venezolanos. Al frente de 2.000 soldados lideró un golpe de Estado que fracasó, pero que le sirvió para, siete años más tarde, llegar a la Presidencia de Venezuela con una idea fija en su mente: “cambiarlo todo”.
“Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital”, dijo tras su fracaso un Chávez delgado, cariacontecido y todavía tocado con su boina roja de paracaidista.
Frente a los principales micrófonos del país, se reconoció como un militar fallido, pero comenzó a construir su mito político. Los venezolanos, muchos de los cuales le veían por primera vez, le escucharon prometer que vendrían “nuevas situaciones” que iban a permitir “al país enrumbarse hacia un destino mejor”.
Ese golpe del 4F ha quedado en el imaginario de los chavistas y pervive como parte de los símbolos del hombre al que vieron por primera vez una noche de tiroteos.
Se identifican poniéndose un brazalete con la bandera de Venezuela, así como hicieron los golpistas para distinguirse de los leales al Gobierno legítimo, reducen la jornada a una “rebelión” o ahora, tras su muerte, proclaman que viven “el 4F por ahora y para siempre”. El golpe de Estado les formó e identificó y de su memoria siguen viviendo.
Tan es así que su heredero, el que ocupó el Palacio de Miraflores a su muerte, prometió seguir su legado y cumplir su promesa.