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El estigma de los tatuados, ¿han sido discriminados en la familia y en el trabajo?

Sigue La W reveló el trino del congresista Germán Navas Talero que abrió la discusión sobre los prejuicios que enfrentan las personas con tatuajes.

Closeup shot of human holding hands isolated on blue-pink studio background. Concept of human relations, friendship, partnership, family. Copyspace.

Closeup shot of human holding hands isolated on blue-pink studio background. Concept of human relations, friendship, partnership, family. Copyspace. / master1305

Un trino del congresista Germán Navas Talero despertó la polémica sobre los tatuajes y el estigma detrás de dichas marcas en la piel. Justamente se conversó con expertos en el tema para determinar el nivel de discriminación o comentarios negativos a los que están expuestos las personas tatuadas en el trabajo, la calle o hasta por familiares.

En diálogo con Sigue La W, Joze Luis Sanint Levy, productor de eventos, organizador del Cali Tattoo Festival, explicó que en el mercado laboral se dice: “no te tatúes porque no vas a poder trabajar en un banco”. Además, indicó que “ha pasado en trabajos formales que un cliente no se acercaba por mi apariencia. Hoy tengo una empresa y soy el encargado y muchas veces me piden que llame al jefe. El jefe soy yo. Sí ha pasado en el tema laboral y en el tema personal con la familia”.

Joze también ha tenido problemas a la hora de tener pareja, puesto que sus familias les dicen: “¿cómo se va a meter con un muchacho tatuado?”. Sin embargo, “la televisión y las redes ayudaron mucho, porque mostraron que los tatuajes son fáciles de hacer y que básicamente todo el mundo tiene tatuajes. En mi época, no te daban trabajo por tener tatuajes. Ahora mismo, como no trabajo para nadie no se ve tanto. En las mujeres se nota más el tema de la discriminación”. Con los policías “es más probable que requisen al tatuado, mil veces. Es un tema de estética. Por tener tatuado un equipo de fútbol no significa que soy barrista. Casi ningún corrupto en este país tiene tatuajes”.

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No me han dicho que no me contratan por los tatuajes porque legalmente no pueden hacerlo, pero sí notaba que me miraban de arriba hacia abajo, que me preguntaban de los tatuajes y me entrevistaban personas mayores. Es un tema generacional. La mayoría de mis parejas no han sido personas tatuadas, sus familias son conservadoras y eso conlleva problemas. A una chica le dijeron que me terminaran y me terminó, y luego resultó más tatuada que yo. A veces voy a recoger a mi hijo al jardín, los profesores y vigilantes me pedían que demostrara quién era. A los niños les parece natural y hasta les gusta”, contó.

Por su parte, Ameli, artista, tatuadora y perforadora en Blue Hell Tattoo Shop, afirmó: “con las mujeres siempre es más marcada la cuestión de la discriminación, no solo en el trabajo sino en el personal. La gente que te mira en la calle, que te dicen cosas. Estando con mi mamá, con mi abuela, (las personas ajenas a ella) me hacen comentarios fuera de lugar, cuestionando por qué estoy tan tatuada. Hay gente que se ve muy diferente de acuerdo al tipo de tatuajes que tenga. En el entorno personal, en mi familia casi no he tenido problemas. Uno tiende a tener problemas con personas de mayor edad por la estigmatización”.

Jorge González también es tatuador y modificador corporal. En la entrevista, aseguró: “hace un par de años estaba buscando un apartamento cerca al estudio. Encontré uno que me pareció muy bonito. Era una pareja que lo estaba arrendando. Empecé a hacer el papeleo. La comunicación fue por teléfono. Cuando me preguntan a qué me dedico, le dije que soy tatuador y cambió el ambiente. Al siguiente día me dijo que ya había arrendado el apartamento”.

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