Cuestionamientos contra 18 de los 46 generales que serán ascendidos
Daniel Coronell reveló detalles de los cuestionamientos que hay contra 18 altos oficiales de las Fuerzas Militares y de Policía que fueron ascendidos.
Por mandato constitucional le corresponde al Senado de la República aprobar o improbar los ascensos de los más altos oficiales de las Fuerzas Militares y de Policía.
Esa función la cumple la Comisión Segunda del Senado -que digo la cumple- quiero decir la debería cumplir esa comisión del Senado, pero no la está cumpliendo.
Es tan precaria la separación de poderes en Colombia que esa comisión del Senado en realidad solo desempeña una pobre función notarial. No se porta como parte de la rama legislativa, sino que aprueba lo que le manda el ejecutivo, sin chistar.
No hay independencia. El senado se ha vuelto un testigo instrumental para aprobar los ascensos militares apenas poniendo visto bueno en las casillas de un formulario, sin cumplir con el deber de investigar a quienes les está otorgando el inmenso honor y la aún más grande responsabilidad de ser generales de la República. A quienes les está entregando el comando de las tropas y el monopolio de las armas que portan sólo para servir a los colombianos y no para servirse de ellos, ni para irrespetar sus derechos.
Es tal el grado de sumisión de los legisladores frente al ejecutivo --y a los militares-- que no es raro ver a miembros del Congreso golpeando los talones de los zapatos y llevándose la mano a la frente para saludar a un alto mando con un vergonzoso: “Que ordena, mi general”.
Señoras y señores senadores, que pena tener que recordarles que a ustedes los eligieron los ciudadanos no para que se portaran como subalternos sino para que hicieran las leyes y cumplieran con la obligación del control político.
Una de los momentos más importantes de esa función de control político es el examen de los ascensos de los altos mandos.
Como cada diciembre llegaron esta semana al Senado las listas de los altos oficiales sugeridos para ascenso: Son 20 del Ejército, 14 de la Policía, 7 de la Fuerza Aérea y 5 de la Armada Nacional.
46 en total, de los cuales 18 tienen cuestionamientos de diversa índole. Algunos más graves que otros: actos de corrupción, falsificación de documentos y violación de derechos humanos, entre otros.
Les voy a nombrar apenas unos ejemplos:
Uno es el brigadier general Jorge Eduardo Mora López propuesto para ascender al cargo de Mayor General. Sobre él la W publicó una sólida investigación de los periodistas María Camila Díaz y Diego Aguilar.
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Ellos reportaron que siete oficiales y un oficial denunciaron que el general Mora como comandante de la División de Fuerzas Especiales creó una partida de viáticos para desviar dineros públicos a su bolsillo. El general asegura que un capitán y un sargento se quedaban con la plata que pedían a su nombre. La Inspección del Ejército está al tanto de estos hechos pero igual la junta de generales propuso su ascenso y 10 de los 13 miembros de la Comisión Segunda del Senado dieron rápidamente el sí.
Sigamos, el señor brigadier general Juvenal Díaz Mateus ya tiene listo el hombro para los dos soles de mayor general. No importa que su nombre haya salido a flote en el proceso contra el excomandante de la Cuarta Brigada, el general Jorge Romero, investigado por corrupción en la entrega de salvoconductos. En la audiencia se afirmó que el general Díaz le habría entregado al ayudante del procesado general Romero documentos de la investigación judicial para que cuadrara su defensa.
También tiene cuestionamientos porque hombres bajo su mando dispararon contra manifestantes que protestaban en el Chocó en febrero de este año. A pesar de esto, 10 de los 13 integrantes de la comisión segunda del Senado aprobaron su ascenso que seguramente ratificará mansamente la plenaria.
Mencionemos un caso de la Policía, el mayor general Hoover Penilla, actual subdirector de la institución, está listo para ser general full. No importa que su nombre sea mencionado en relación con el despilfarro millonario en la construcción de casas fiscales en el Tolima. El mismo caso por el que ya fue llamado a juicio el general Óscar Atehortua. Va a ascender porque la mayoría de la comisión segunda le dio su voto y no habrá sorpresas en la plenaria.
Los únicos tres senadores que se opusieron a estos ascensos son el senador Feliciano Valencia del movimiento indígena Mais, el senador Iván Cepeda del Polo Democrático y el senador Antonio Sanguino del Partido Verde.
El senador Antonio Sanguino manifestó que “hay un problema estructural en la manera como se está regulado el ascenso de los oficiales, un marco normativo que permite que se constituyan en un saludo a la bandera”.
“Este Gobierno ha cogido por costumbre que los ascensos se hagan en bloque y terminan revolviendo manzanas podridas con oficiales que merecen el ascenso”, indicó Sanguino.
La Comisión Segunda del Senado de Colombia jamás ha devuelto el ascenso de un alto oficial.