En total 91 internos de la cárcel La Picota culminan su bachillerato
Uno de los principales requisitos para los internos fue garantizar su permanencia durante los seis meses que duró el programa.
Fue en el Complejo Carcelario y Penitenciario con Alta, Media y Mínima Seguridad de Bogotá ‘La Picota’ donde se celebraron con éxito los grados de en total 91 privados de la libertad (ppl) que se encuentran recluidos en este lugar.
Con la colaboración de la Dirección General del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario – Inpec- estos hombres iniciaron este proceso académico en el pasado mes de junio dando así cumplimiento al convenio interinstitucional celebrado entre el Instituto y la Secretaría de Educación Distrital – encargados de realizar la convocatoria al interior del penal en las estructuras 1, 2 y 3-.
Cabe anotar que uno de los principales requisitos para los internos fue garantizar su permanencia durante los seis meses que duró el programa.
Cada uno de los privados de la libertad que se inscribieron para este semestre en este proceso – sin importar el delito o su condena- asistieron todos en el mismo horario y de la siguiente manera a las clases dictadas por 11 docentes del Colegio Cristóbal Colón IED: estructura 1, 38 internos los días martes y jueves de 8 a.m. a 12:00 p.m; estructura 2, 18 ppl solo los miércoles y estructura 3, 35 ppl los miércoles y jueves de cada semana.
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Es así como a través de la educación y de guías que estaban compuestas por material de pensamiento comunicativo, lógico-matemático, histórico y de competencias ciudadana acordes al plan y malla curricular que pertenecen a cada ciclo, estos 91 hombres decidieron hacer un cambio radical para su vida.
Así lo asegura Rubén Ángel Santana de 40 años, interno de la cárcel La Picota.
“Llevo 11 años detenido, el consumo y la adicción me trajeron a este lugar en donde hoy estoy condenado a 16 años de prisión. Desde hace aproximadamente siete años deje de consumir drogas y eso hace parte de mi proceso de resocialización que he vivido aquí, he hecho tres cursos básicos con el SENA y hoy recibo mi grado como Bachiller Académico. En la cárcel he cambiado mi forma de pensar y de hacer las cosas, a través de diferentes cursos quiero demostrarle al juez que sí existe el cambio. Con el programa del INPEC ‘Delinquir No Paga’ he aprendido a valorar lo que tenía en la calle. Desde lo profundo de las rejas quiero trascender para mostrarle a la sociedad que en este lugar hay personas que somos útiles si nos dan una oportunidad, estoy a 28 meses de recuperar mi libertad”.
Con toga y birrete recibieron entonces cada uno de los 91 hombres su diploma que los reconoce hoy como Bachiller Académico. Se espera que no solo sean ellos quienes culminen este proceso académico.