<b>El proceso de Alex Saab en Estados Unidos avanza por dos carriles:</b> Uno visible y uno invisible.<b>El visible es el menos importante y se vive en las audiencias de Miami que siguen cumpliéndose como un ritual rutinario</b>, sin sorpresas y con diferentes abogados locales de Florida.<b>En cambio el invisible es un juego de grandes ligas en donde Alex Saab ha estado representado por una gigantesca y prestigiosa firma de abogados</b>, establecida en Washington DC, y con acceso al más alto nivel en los departamentos de Justicia y Estado del gobierno de Estados Unidos.<b>La firma se llama Baker & Hostetler LLP y es reconocida por su capacidad para la negociación con el gobierno federal</b>. Su primera acción para emprender la representación de Saab fue acreditar ante la justicia y el gobierno de Estados Unidos que los cuantiosos honorarios que reciben los paga el barranquillero y no el régimen de Maduro.Dentro de la prestigiosa firma, de más de mil abogados, escogieron como <b>vocero a uno de los principales socios de la compañía y una persona de muy alto perfil en Estados Unidos.</b><b>Se trata de David Rivkin, prominente abogado que trabajó en altas posiciones en los gobiernos de Ronald Reagan y George Bush padre</b>. Además fue uno de los grandes opositores en materia legal del gobierno de Barak Obama. El señor Rivkin, por ejemplo, demandó por inconstitucional Obamacare, la emblemática reforma a la salud de ese gobierno.<b>Rivkin es una de las más caracterizadas voces de la derecha en Estados Unidos</b>. Ha publicado columnas de opinión en The Washinton Post, de Wall Street Journal y es comentarista habitual de temas legales y constitucionales de varias cadenas de radio y televisión especialmente de Fox News.Nada en el <b>señor Rivkin, el abogado de Saab, sugiere afinidad con el régimen de Nicolás Maduro.</b><b>La selección de un reconocido halcón de la derecha como defensor del pretendido diplomático castro-madurista</b> desde luego comunica tanto en el terreno legal como en el político.Para los observadores judiciales <b>es claro que Alex Saab tiene valor estratégico para Estados Unidos pero es un valor bastante especial.</b><b>No tiene el valor político que tuvo en su momento el exhombre fuerte de Panamá Manuel Antonio Noriega.</b> Tampoco tiene el peso para que su captura y extradición desarticule a una organización criminal completa como el que en su día lo tuvieron Fabio Ochoa, los hermanos Rodríguez Orejuela y más recientemente el Chapo Guzmán.<b>El testimonio de Saab no es siquiera esencial para crear un caso criminal contra Nicolás Maduro.</b> Fuentes estadounidenses sostienen que con la detención en Haití y posterior extradición a Estados Unidos de los dos sobrinos de la primera dama de Venezuela, Clilia Flores, los llamados “narcosobrinos”, ya el gobierno americano tiene suficiente información sobre operaciones de narcotráfico que han pasado por el Palacio de Miraflores.¿Entonces por qué Saab es tan importante y por qué Estados Unidos gastó 16 meses de esfuerzos y recursos para lograr su extradición desde Cabo Verde?<b>Pues para muchos la razón es económica: Saab es el mapa para llegar a los tesoros de la cúpula venezolana.</b> Algunos dicen, incluso, que el barranquillero es una especie de llave biométrica para acceder a algunos de esos valores escondidos en terceros países.Por ese valor estratégico quizás el destino de Saab se decida más en Washington que en Miami. <b>Ninguno de los miembros de la poderosa firma Baker & Hostetler lo ha acompañado en las audiencias de Miami.</b>En la primera lo asistió Henry Bell, un penalista local de Miami. Un buen abogado miembro de una firma notablemente más pequeña y que no tuvo que hacer mayor trabajo en la diligencia.En la última audiencia actuó como defensor de Saab, Neil Schuster, otro <b>abogado</b> <b>de otra firma que usualmente representa narcotraficantes extraditados y que a veces busca clientes en Colombia de la mano de Diego Cadena</b>. Sí, el mismo que se definió a sí mismo como aboganster.En una de las interceptaciones hechas legalmente por el CTI, Cadena habla con Schuster de unos clientes y del anticipo de honorarios (el retainer). <b>La charla es casi cómica porque el estadounidense responde en español bastante correcto mientras Cadena habla en su inglés</b>:<b>En la próxima audiencia de Saab ante la Corte del Distrito Sur de la Florida quizás lo asista nuevamente el abogado Schuster </b>o quizás sea otro, lo evidente es que sus defensores principales parecen estar trabajando en un lugar distinto a la corte de Miami.