Autorizan extradición a narco señalado de mover cargamentos de cocaína a EE.UU.
Se trata de Julio César Rojas Betancourt, capturado en marzo de este año, en un operativo que se realizó simultáneamente en Colombia, República Dominicana y Puerto Rico.
Con ponencia del magistrado Eyder Patiño, la Sala Penal de la Corte Suprema dio vía libre a la extradición de Julio César Rojas, capturado en marzo de este año, en un operativo que se realizó simultáneamente en Colombia, República Dominicana y Puerto Rico. Rojas hacia parte de una estructura señalada de mover entre tres y cinco cargamentos mensuales de cocaína
La estructura narcotraficante es señalada de sacar la mayor cantidad de cocaína desde la región del Catatumbo hacia los países del Caribe.
En la operación fueron capturadas otras 11 personas pedidas en extradición por Estados Unidos, en diligencias cumplidas en Bogotá, Medellín (Antioquia), Cúcuta (Norte de Santander), Cartagena y Santa Rosa (Bolívar), y Riohacha (La Guajira). Mientras que en República Dominicana y Puerto Rico cayeron 9 de los denominados contactos de la organización.
De acuerdo con las investigaciones realizadas por la Delegada contra la Criminalidad Organizada de la Fiscalía, con apoyo de la agencia DEA, durante cinco años la red financió la producción de clorhidrato de cocaína en zona rural de Tibú (Norte de Santander) y compró el estupefaciente procesado a la estructura criminal Los Pelusos. Los nexos habrían iniciado con Víctor Ramón Navarro Serrano, alias Megateo, y continuaron tras la muerte de este narcotraficante, quien fue abatido por la fuerza pública en octubre de 2015.
La droga que salía del Catatumbo era trasladada por tierra hasta Venezuela, puesta en Isla Margarita, embarcada en botes pesqueros o lanchas rápidas, y enviada a Puerto Rico y República Dominicana. Parte de la cocaína se quedaba en estos países y el resto terminaba en Estados Unidos y Europa.
Los pagos por los cargamentos llegaban por Venezuela a Cúcuta, y de allí eran distribuidos hacia Medellín, Bogotá y Cartagena, entre otras ciudades, en las que presuntamente se hacían inversiones en finca raíz, vehículos de gama alta y diversos negocios que servían de fachada para legalizar los recursos ilegales.
Las 11 personas capturadas en Colombia fueron solicitadas en extradición por una corte de Distrito de Estados Unidos para Puerto Rico, por los delitos de lavado de activos; tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, y concierto para delinquir.