Washington en emergencia sanitaria por brote de sarampión
Autoridades revelaron que en lo que va corrido del mes se han presentado cerca de 30 casos u manifiestan la urgencia de frenar la ola al considerarla una enfermedad de alto riesgo.
El estado de Washington en EE.UU. declaró el estado de emergencia sanitaria debido a un brote de sarampión que ha afectado desde el 1 de enero a unas 30 personas en un condado con bajas tasas de vacunación, informaron hoy medios locales.
El gobernador de Washington, Jay Inslee, dijo en un comunicado que el brote que se ha presentado en el condado de Clark "crea un riesgo extremo para la salud pública" que podría extenderse por toda la región.
La declaración de emergencia agiliza el uso de todos los recursos oficiales disponibles para ayudar a las áreas afectadas y facilita la solicitud de recursos médicos adicionales a otros estados.
"El sarampión es una enfermedad infecciosa altamente contagiosa que puede ser fatal en niños pequeños", alertó Inslee.
Señaló que la vacuna contra el sarampión es efectiva para prevenir la enfermedad cuando se administra antes de la exposición, y se deben tomar medidas pro activas para administrarla y otras para evitar una mayor propagación de la enfermedad, dijo el gobernador.
Las autoridades sanitarias señalaron que la mayoría de los casos se presentan en personas no vacunadas.
Sin embargo, explicaron que los afectados pueden haber estado expuestos a la enfermedad en más de tres docenas de lugares concurridos, entre ellos el Aeropuerto Internacional de Portland y conocidas tiendas de muebles y suministros.
El sarampión es una infección altamente contagiosa y potencialmente mortal que es más común en niños pequeños, aunque se puede prevenir fácilmente con la vacunación.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. han advertido de que pese a los esfuerzos que en las tres últimas décadas han desplegado las autoridades sanitarias en el planeta por erradicar enfermedades para las que existen vacunas, como la polio, el sarampión y la rubeola, estas aún constituyen un problema de salud pública en muchos países.