Muhammadu Buhari, reelegido presidente de Nigeria

El jefe de Estado se situaba en primera posición con 5 millones de votos de ventaja, cuando solo faltaban los resultados del estado de Rivers, cuyo número de inscritos no alcanza esta cifra.

A pesar de la hora tardía del anuncio oficial, algunos cientos de personas se reunieron en la sede del oficialista Congreso de los Progresistas (APC), en Abuya, para celebrar los resultados al ritmo de música afropop.

El portavoz de la formación, Bashir Ahmad, ya había anunciado en Twitter "Buhari ganó", sin esperar la proclamación oficial.

A medida que la Comisión Electoral Independiente anunciaba los resultados se reducía el suspense en esta contienda presidencial, que sin embargo se había anunciado muy ajustada entre el presidente saliente y el candidato del Partido Popular Democrático (PDP).

La diferencia entre los dos candidatos, ambos hausas del norte y musulmanes, eran menos pronunciada que en las elecciones de 2015 entre Buhari y Goodluck Jonathan, cristiano del Delta, pero Buhari logró mantener una amplia ventaja respecto a su adversario.

Atiku Abubakar, un adinerado hombre de negocios y exvicepresidente de Nigeria (1999-2007) es considerado uno de los políticos más corruptos del país.

Buhari, un exgeneral que ya dirigió el país en 1983, durante las dictaduras militares, es un hombre austero que se comprometió a llevar a cabo una feroz lucha contra la corrupción, el "cáncer" que corroe al primer productor de petróleo de África.

La oposición denunció fraudes masivos del partido en el poder para mantener a Muhammadu Buhari a la cabeza del país, y piduó la interrupción de los resultados la noche del martes. Pero esta solicitud solo puede hacer por vía judicial.

La movilización de los electores nigerianos en estos comicios fue débil, con una tasa de participación de alrededor de 40%.