Molestias al interior de la Cancillería por recientes nombramientos
Se cuestionan las condiciones privilegiadas en las que llega Álvaro Echandía y la falta de experiencia de otros dos nombramientos.
Hay malestar al interior de la Cancillería por recientes nombramientos a dedo, de exfuncionarios del gobierno Santos.
Por ejemplo, se cuestiona que el almirante Álvaro Echandía, exdirector de la Dirección Nacional de Inteligencia, llegue al consulado de Colombia en Washington, con un rango y un salario superiores a los del ex cónsul en esa plaza, Leonardo Quintero Cristancho.
Echandía no es de carrera y entra con el rango de ministro plenipotenciario, con un sueldo de 39 millones de pesos, mientras que su antecesor Quintero tenía rango de consejero y sólo ganaba 28 millones de pesos.
Se ha cuestionado el nombramiento del embajador en Paraguay, general Javier Flórez, quien viene del Comando de Transición de las Fuerzas Militares. A pesar de que el presidente Juan Manuel Santos tiene facultad para nombrarlo, muchos se preguntan: ¿Qué experiencia tiene en la diplomacia?
También ha molestado al interior de la Cancillería que Adela Maestre, esposa del ex congresista parapolítico, Mauricio Pimiento, quien viene de la Embajada en Paraguay, regrese al país como directora de mecanismos de integración y concertación regionales. Sobre ella se cuestiona que no cuenta con el suficiente conocimiento y experiencia en temas multilaterales y negociación.